Por
  • Roque Gistau Gistau

El agua no puede ser una mercancía

Opinión
'El agua no puede ser una mercancía'
POL

La información económica y bursátil recogía, hace algunas semanas, una noticia, no tan novedosa como preocupante, cual es la llegada al mercado de futuros del agua como ‘commodity’, estableciendo su valor en los precios de las principales cuencas de California (Estados Unidos).

Históricamente, la economía distinguía entre bienes económicos, fabricados u obtenidos con esfuerzo a trasladar al mercado a través de un precio, y bienes libres, satisfaciendo necesidades esenciales que eran de libre acceso, siendo ejemplo de ello el aire y el agua. ¡Qué disparate mantenido hasta tiempos recientes! Siempre fue falsa esa clasificación que solo evidenciaba la ignorancia profunda y manifiesta de quienes clasificaban.

Cierto es que la calidad y accesibilidad del agua con garantía de disponibilidad suscita grandes problemas de carestía. Del Planeta Azul, más de la mitad de su superficie es agua pero solo el 2,5% es agua dulce, el 0,4% está en reservorios subterráneos y el 0,02% es agua superficial.

Es necesario flexibilizar el actual modelo de concesiones de agua, permitiendo un mercado concesional

El consumo mundial de agua se sextuplicó en el último siglo (más del doble de la tasa de crecimiento de la población), el cambio climático es una realidad inexorable que reducirá en más del 5% las disponibilidades actuales de agua dulce y dos de cada tres personas sufriremos escasez de agua en el 2025, como ya ocurre en Eritrea, Etiopía o Bangladesh. Además, lo previsible es que la demanda mundial de agua siga creciendo.

Una agricultura intensiva y poco rigurosa en el uso de fertilizantes, así como la falta de depuración han provocado la contaminación de las aguas subterráneas y superficiales, afectando gravemente a la vida animal y vegetal de los ríos y aledaños.

"Todo necio confunde valor y precio", decía Antonio Machado, y produce rubor que estos dos conceptos no estén claros; también es esencial conocer el ‘apellido’ del agua, cuál es su uso. El agua como recurso natural tiene un inmenso valor... en ocasiones inmensurable; como ‘input’ de producción agraria, industrial, soporte de piscicultura, refrigerador eficiente, etcétera, es objeto de transacción económica y puede y debe tener precio.

¿Y es un bien público o privado? No ofrece muchas dudas el concepto, pero plantea muchos debates. En casi todo el mundo el agua es un bien público que puede ser objeto de concesión.

Como ‘producto’ necesario para la vida y el bienestar humanos y en la medida que sea necesario (cantidad a establecer) es un derecho humano que los poderes públicos deben proveer; y esta ‘agua urbana’ debe ser la de mejor calidad. Abastecimiento y saneamiento son servicios que los poderes públicos deben prestar. El recurso natural bruto: glaciares, lagos, ríos, tampoco es bien económico. La autoridad del agua debe velar por su bienestar y conservación.

Otros usos, agua para riego, ocio, industria, refrigeración y agua regenerada tienen valor económico y pueden estar sometidos a las reglas del mercado, entendido que el mercado es eficiente cuando cumple sus requisitos básicos: varios proveedores y compradores, simetría en información, compra alternativa. No funciona en los monopolios ni en las economías dirigidas.

Pero la entrada del agua en los mercados de futuros es peligrosa

¿Y este modelo concesional de asignación temporal del recurso? Se trata de un modelo que ha funcionado bien en el siglo XIX y gran parte del XX, las concesiones han regulado la asignación del agua (pública) para distintos usos. Es un modelo muy rígido, que fija caudal concesionado, punto de toma, de destino, uso y una duración temporal inadecuada, lo cual genera ineficiencias manifiestas y mal uso o desuso del recurso. Debe modificarse el actual modelo corrigiendo sus defectos, de modo que, sin perder la capacidad de control, se flexibilice, permitiendo un mercado de derechos concesionales asimilable al de las transacciones bursátiles. No hay que inventar nada, solo legislar lo justo, procedimentando la gestión para regular esas transacciones y formar a los funcionarios.

No es un mercado sujeto a las reglas de la competencia porque el producto no es fabricado, no hay productores ni los compradores tienen opciones. Es un monopolio de un producto natural que está en puntos distintos y distantes de donde se demanda. Es más que una ‘commodity’, es un recurso insustituible. Así, un mecanismo bursátil es un error grave que conduce a la especulación. Como Pedro Arrojo advierte (y no coincidimos políticamente) "la entrada del agua como materia prima en los mercados de futuros incrementa los riesgos de que operen mecanismos especulativos a gran escala". Hay malas experiencias, como la crisis alimentaria de 2008. Al utilizar los mercados de futuros de productos alimentarios como refugio se quintuplicó el precio del trigo engrosando las filas del hambre en 250 millones de personas.

La Administración debe revisar las concesiones otorgadas y verificar el uso que se hace de las mismas. Si no se usa ese derecho, debe rescatarse para cubrir otra demanda. Se debe permitir la venta de derechos concesionales, a través de un banco-registro público, esquema en el que sería obligatoria la transferencia de cualquier uso al abastecimiento al precio que se estableciese, siempre asegurando la asequibilidad que exige el derecho humano al agua.

¿Y el agua desalada? Cualquier persona física o jurídica debe poder iniciar el procedimiento para la creación de una desaladora, siguiendo los procedimientos adecuados.

El mundo tiene un grave problema sin resolver; la provisión de agua suficiente para cada uso que garantice la salud y calidad a los ciudadanos, asegure la producción agraria, la industria y el ocio y dote a los ecosistemas de los recursos necesarios para su supervivencia, todo ello con una administración eficiente y precios justos partiendo de una demanda deslocalizada, aglomeraciones urbanas desmesuradas y distribución espacial, y temporal, errática.

Es precisa una reflexión profunda y establecer principios que permitan y empujen hacia una regeneración holística y global. Todavía hoy las magnitudes son manejables y las soluciones técnicas se conocen. No podemos perder más tiempo. Hay que trabajar ya.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión