Medidas ajustadas
Aragón vuelve a incrementar las restricciones de horarios y de movilidad por el aumento de la incidencia de casos de la covid-19. Desde esta pasada medianoche, ha entrado en vigor el confinamiento perimetral de las tres capitales de provincia, así como de otros seis municipios de más de 10.000 habitantes. Además, el toque de queda se adelanta a las 22, las actividades no esenciales tendrán que cerrar el fin de semana a las 18 y las reuniones se limitan a cuatro personas. Son medidas duras, pero necesarias, que hay que aplicar con rigor administrativo y responsabilidad ciudadana. Es preciso continuar haciendo esfuerzos mientras la vacunación avanza para generar la imprescindible inmunidad de grupo.
La famosa cuesta de enero para las finanzas familiares, lo va a ser también en la lucha contra el coronavirus. La cuarta ola de la pandemia en Aragón (la tercera en España) exige implementar nuevas restricciones de movilidad e interacción social para combatirla. Así se hace en nuestra Comunidad como en el resto de España y de Europa. Está claro que las autoridades modularon en diciembre las políticas restrictivas para poder proteger a la ciudadanía y, al mismo tiempo, darle un respiro durante las Navidades. Ahora, como era previsible, sube la curva de contagios y se impone endurecer las restricciones para aplanarla cuanto antes.
El coronavirus, al igual que el drama sanitario y económico que comporta, seguirá con nosotros unos largos meses y todavía con mucha dureza. De hecho, ayer mismo se notificó un nuevo récord de contagios en España y la incidencia acumulada más alta de la pandemia. No hay, pues, que bajar la guardia con las medidas de protección, sino todo lo contrario. Estas normas son la otra vacuna mientras actúan las inyectables.
