La mayor nevada registrada en Aragón en las últimas décadas está teniendo un gran impacto en las comunicaciones de la Comunidad y está generando numerosas afecciones. En el resto del país, la borrasca Filomena también se sufre con inusitada intensidad. De hecho, el Gobierno ha pedido a la población que se quede en casa con el argumento de que «afrontamos el temporal más intenso de los últimos 50 años». De cualquier modo, y a diferencia de lo que se ha visto en Madrid, el operativo ha funcionado razonablemente bien en Aragón. Para evitar el caos ha ayudado mucho que la nevada empezara el sábado, cuando la mayoría de las empresas y los colegios están cerrados. No obstante, hay que permanecer alerta porque la nieve va a seguir cayendo y, sobre todo, van a bajar las temperaturas, lo que provocará una peligrosa presencia de hielo. 

La DGA considera «controlada con dificultad» la situación en la Comunidad por la borrasca Filomena. No obstante, la mayoría de las carreteras sufren afecciones por la nieve y no se descarta recurrir a la Unidad Militar de Emergencias (UME). Todas las administraciones han activado de forma eficaz sus planes de vialidad invernal y los ayuntamientos y las comarcas también han puesto a disposición todos los recursos. Los parques de las tres capitales permanecen cerrados y hoy se valorará si mañana abren los colegios. La prevista bajada de temperaturas que se registrará en los próximos días obliga a extremar la precaución. Tras las intensas nevadas, vendrá una ola de frío que convertirá en hielo gran parte de la nieve de estos días. Aemet ha emitido un aviso por temperaturas extraordinariamente bajas que se van a registrar en amplias zonas del interior peninsular de lunes a jueves. Después de evitar un colapso a causa de la nieve, todo Aragón debe prepararse para que el hielo tampoco paralice la Comunidad.