Por
  • Manuel Magdaleno Peña

Arriesgada vuelta a las aulas el 7 de enero

Alumnas de infantil del CEIP Tío Jorge de Zaragoza, en su primer día de regreso a las aulas. Toni Galán El curso ha arrancado con nuevas rutinas y protocolos
'Arriesgada vuelta a las aulas'
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Resulta extraño que ningún responsable educativo, sanitario o político se haya preguntado si es prudente el regreso a las aulas el jueves 7 de enero. Es una duda que no tiene planteamientos ideológicos y ni siquiera educativos. Su única raíz es de prevención sanitaria y de seguridad para el alumnado y sus familias, y para los docentes.

Todos intuimos, y el sector sanitario asegura, que las fechas navideñas van a dejar un reguero de contagios importante. Y por si había dudas, surge una nueva cepa del virus en el Reino Unido que es un 70% más contagiosa, y que ya ha dejado los primeros casos en España. Solo estos datos ya nos hacen prever un escenario sanitario posnavideño de alto riesgo.

La vuelta a las aulas después del verano, en septiembre, contó con unas medidas de prevención extraordinarias: obligó a todos los colegios e institutos a contar con un exigente plan de contingencia; se hizo de manera escalonada (del 7 al 16 de septiembre); impuso una jornada continua, solo de mañana, en todas las etapas; y decretó la semipresencialidad para los alumnos de 3º y 4º de ESO y 1º de Bachillerato, que se ha mantenido hasta el 22 de diciembre. Con estos antecedentes es lógico preguntarse ¿quién ha pensado que la vuelta a las aulas un día después de Reyes es el escenario más seguro posible?

Volver el día 11 de enero, lunes, en lugar del 7 jueves, crea un colchón de seguridad de cuatro días para que los posibles contagios del día de Reyes (nada impide a las familias visitar a abuelos y tíos para recoger los regalos) muestren síntomas y no acudan al colegio. Esto sin contar con los encuentros sociales, comidas, calles abarrotadas y compras multitudinarias. De hecho, algunas comunidades autónomas ya han rectificado esta fecha en su calendario escolar, conscientes del riesgo sanitario.

El regreso a las aulas el 7 de enero, inmediatamente después de las celebraciones navideñas, supone un serio riesgo de expansión de la covid en los centros educativos

La vuelta de todos los alumnos el 7 de enero, sin pausa entre las Navidades y la actividad lectiva, implica un riesgo sanitario mucho más alto que el que suponía la vuelta a las aulas el 7 de septiembre. Quizás alguien piense que es excesivo perder dos días de clase, pero es que ganamos cuatro días de ‘cordón de seguridad’ y evitamos la entrada en las aulas de alumnos portadores que aún no han desarrollado síntomas (ellos o sus familias). Y si el problema es no restar días de clase podemos revisar el calendario y rescatarlos de cualquiera otro mes. Aunque basta contemplar la situación para justificar esa merma.

Mi opinión es que el calendario escolar, que se confeccionó hace ya unos cuantos meses (22 de junio) no fue consciente de esta circunstancia. No es culpa de nadie, ni Herodes ha resucitado. Pero desde el escenario actual, el Departamento de Educación debe reaccionar, valorar el riesgo y modificar el calendario. No hacerlo es dejar al azar la seguridad y la salud del alumnado. Los colegios hicimos nuestro plan de contingencia y ha funcionado. Ahora le toca al Departamento de Educación hacer uno común para todos con una sola medida: volver a las aulas el 11 de enero.

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