En un lugar de Palestina

Opinión
'En un lugar de Palestina'
POL

Las sociedades se articulan alrededor de rituales que marcan el ritmo de la vida y uno de ellos es la Navidad. Esta es sin duda el hecho social más coactivo y más extendido en el tiempo. En nuestro país comienza con la lotería del 22 de diciembre y termina con los Reyes. Se cerrarán las escuelas, que no solo no se han convertido en lugares de contagio, sino que han funcionado como espacios de detección del virus y control de la pandemia. Situación que ha sido posible por la agilidad y dedicación del mundo educativo, personal de los centros, profesores, alumnos y familias que han asumido su responsabilidad. Han demostrado lo que siempre hemos querido de ellas, que sean lugares de protección de la infancia y de compensación de posibles carencias familiares y sociales. Los datos son claros, ninguna semana ha habido más de 35 centros educativos cerrados, una cifra que representa el 0,2% del total.

Pero no podemos ni debemos olvidar que una pandemia es un tipo de crisis muy especial, en la que el problema puede agravarse, hacerse cíclico o volver a golpear con más fuerza si, desde todos los sectores, no se hace un esfuerzo extraordinario por garantizar un funcionamiento seguro. Para que las aulas puedan seguir abiertas es necesario que las familias mantengan su compromiso durante las vacaciones de Navidad. En estas fechas, que se caracterizaban por los reencuentros y afectos familiares, es necesario recordar que este año es especial, distinto a los demás.

En este año distinto y tan difícil para los profesores y alumnos me emocionó leer que, por primera vez en la historia de la revista ‘Time’, se elegía como la ‘Niña del Año’ a Gitanjali Rao. A ella, que cursa el segundo año de bachillerato en el área suburbana de Denver, la escogieron entre 5.000 jóvenes estadounidenses de 8 a 16 años. Todos tenían una cosa en común, según remarcó la revista: un impacto positivo. Nacida en Lone Tree (Colorado), esta india americana, científica e inventora, ha desplazado de la primera página a actrices oscarizadas. Al leer sus declaraciones volví a pensar qué importante es tener esperanza para trabajar, investigar y así poder resolver los problemas. "Siempre he sido alguien que quería poner una sonrisa en la cara de otros. Ese es mi objetivo diario, hacer feliz a alguien y esto pronto viró hacia la investigación. ¿Cómo podemos traer positividad y comunidad al lugar donde vivimos? Estaba en segundo o tercer curso y empecé a pensar cómo usar la ciencia y la tecnología para provocar un cambio social". Para mí ella es la cara de muchos jóvenes. Ellos representan el compromiso esperanzado y de futuro de la humanidad. A sus compañeros y colegas de generación les dio un mensaje para inspirarlos en esa búsqueda: "No intentéis resolver todos los problemas, simplemente centraros en el que más os estimule", afirmó. "Cualquiera puede hacerlo".

En estas fechas en las que, junto a la responsabilidad para controlar la pandemia, tenemos que cultivar la esperanza, puede servirnos de inspiración la niña Gitanjali Rao

En nuestra sociedad, cada vez mas secularizada, se ha instaurado la idea de que celebrar la Navidad es ir de compras. Por eso cuando los poderes públicos nos hablan de salvar la Navidad sentimos la sensación de que a lo que nos animan es a salvar el consumo de estas fechas.

Mañana celebramos que en un lugar de Palestina, tan insignificante que no se cita nunca en las escrituras, alejado de los centros de poder de la historia, de donde corren las noticias y hablan los cronistas, se produjo para los creyentes el mayor acontecimiento de la historia: la venida total y una de Dios trinidad entre nosotros. Como señala Leonardo Boff, en su último libro, ‘Reflexiones de un viejo teólogo y pensador’: "Solo a la luz de la fe podemos afirmar tales realidades pero, como teólogos, no debemos callar sino anunciar como buena nueva esa innegable y bienaventurada presencia de Dios-relación-comunión-amor en nuestra peregrinación terrena". Estamos pues ante un misterio que no podemos conocer, que no se agota en ningún conocimiento sino que permanece siempre como misterio y, como bien señalaba Albert Einstein, "el hombre que no tiene los ojos abiertos al misterio pasará por la vida sin ver nada".

Y teniendo presente el recuerdo de lo que sucedió hace 2020 años en un lugar de Palestina

Son fechas de vida, de memoria e ilusión. Cada uno de nosotros tenemos nuestros recuerdos personales que se hacen más presentes en estas fechas. Alegres unos, tristes y dolorosos otros. Retazos de vida, elegida y compartida. Feliz Navidad.

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