Los retos del rector

Tras una intensa campaña electoral, con cuatro candidatos en liza, y una segunda vuelta en las unas, caracterizada por los incomprensibles fallos técnicos del voto telemático, José Antonio Mayoral ha sido reelegido rector de la Universidad de Zaragoza. Más allá del caos del voto digital, ha sido un proceso enriquecedor porque ha sido uno de los más participativos, con más debate y más cruce de ideas. Ahora el vencedor tiene ante sí el reto de seguir construyendo una mejor universidad. La prosperidad de una región o de un país depende de la excelencia de todos sus ciclos educativos, desde el infantil al universitario, incluyendo una producción científica de altura internacional.

La universidad pública aragonesa, con sus campus de Zaragoza, Huesca, Teruel y La Almunia de Doña Godina, es uno de los pilares sociales de la Comunidad. Por eso es relevante el proceso democrático que ha terminado con la reelección de Mayoral, que se ha medido con otros tres candidatos de altura: Ana Isabel Elduque, Carmen Marcuello y Jesús Santamaría. Al rector le espera ahora la tarea de seguir mejorando la calidad educativa e investigadora, de agilizar la gestión, de aumentar la especialización y la internacionalización, de incrementar la financiación y de dejar atrás definitivamente la vieja endogamia.

Hacer frente a las indeseables consecuencias de la pandemia es el último de los desafíos que esperan a José Antonio Mayoral sobre la mesa de trabajo, igual que al resto de los rectores españoles. Las limitaciones de presencialidad que imponen las restricciones sanitarias se suman a los lastres que ya arrastraba el sistema educativo. Él, su equipo y toda la comunidad universitaria deben dar lo mejor de sí mismos para afianzar las expectativas de futuro de las jóvenes generaciones.