Derechos Humanos
En los últimos años han aflorado argumentos a favor y en contra de la utilidad de los instrumentos internacionales de protección de los derechos humanos. Kathryn Sikkink demuestra que se avanza en la defensa y protección, si bien lentamente. Para ella, los ataques a la credibilidad del movimiento de los derechos humanos se basan en la premisa errónea de que las ideas surgieron en América del norte y Europa, y se impusieron a las naciones en desarrollo del sur. Esta autora considera que la situación no fue así exactamente y defiende que los líderes y activistas latinoamericanos fueron los primeros defensores de la protección en la década de 1940. Otros autores, caso de Eric Posner, argumentan que a pesar de los avances logrados en la protección de los derechos, lejos de avanzar hacia un sistema cada vez más humanizado nos encontramos con un elevado número de instrumentos y mecanismos internacionales que terminan por resultar inútiles.
Sin duda alguna, los activistas y los académicos no están de acuerdo sobre la eficacia de los instrumentos de protección porque usan diferentes criterios para medir los avances. Hay datos que muestran cómo el genocidio y la violencia contra los civiles han disminuido con el tiempo, mientras que el acceso a la atención médica y la educación han aumentado considerablemente. Los sesgos cognitivos contribuyen al cinismo generalizado, pero las tendencias pasadas y actuales muestran que los derechos humanos no están en su ocaso. No dejemos, no obstante, de estar vigilantes de las medidas adoptadas en tiempos de pandemia.