Por
  • Carmen Magallón

Sahara Occidental

Campamento de refugiados saharauis.
Campamento de refugiados saharauis.
Heraldo.es

El Sahara Occidental en el corazón. En estos días, hemos sabido que el alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario se ha roto. La incapacidad de encontrar una solución justa para un pueblo que reclama el derecho a ser tal en su tierra ha conducido a este punto.

La Fundación SIP ha estudiado con constancia un conflicto en el que España, en medio de un régimen dictatorial que se desmoronaba, no cumplió con su obligación de descolonización como marcaba la legislación internacional. Desde mediados de los años setenta hasta ahora, la comunidad internacional ha sido incapaz de dar una solución a un conflicto trufado por los intereses geoestratégicos y económicos de Marruecos, Francia y Estados Unidos: pesca, fosfatos y terrorismo se entrecruzan y finalmente cercenan los derechos saharauis. Mientras, España se debate entre su responsabilidad histórica y los equilibrios con un vecino que es clave en asuntos tan delicados como el flujo migratorio hacia la península. El resultado vemos cuál es: el olvido e incumplimiento de las resoluciones de la ONU. En la población española, son muchas las familias que acogen a niños y niñas saharauis en periodos veraniegos o durante sus estudios, pero, ¿tiene la ciudadanía conciencia clara de que la responsabilidad también le afecta? Un pueblo abandonado poco tiene que perder. O construimos un atisbo de esperanza o la paz se romperá. Un grupo de jóvenes saharauis reclama en un manifiesto una solución negociada ya. La guerra es el fracaso de la política.

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