¿Hasta cuándo?

La consejera aragonesa de Sanidad, Sira Repollés.
La consejera aragonesa de Sanidad, Sira Repollés.
Javier Cebollada / Efe

La que en el resto de España, y de Europa, cuenta como la segunda ola de la covid, en Aragón es ya la tercera, como reconocía paladinamente hace unos días la consejera de Sanidad. Pero en definitiva, lo importante no es el ordinal, sino que nuestra región se ha convertido de nuevo, igual que ocurriera este verano, en el epicentro ibérico del sufrimiento pandémico. Aquí triplicamos, o casi, la incidencia de la enfermedad que se registra en Madrid. Y, aparte de Ceuta y Melilla, la nuestra solo es comparable con las de Navarra y La Rioja. Se diría que hubiésemos puesto en la ribera del Ebro todo un criadero de coronavirus. Así que resulta inevitable que muchos aragoneses se pregunten por qué nos toca siempre la peor parte en las marejadas de la covid. En julio nos dijeron que el origen estaba en las labores del campo, como si en otras regiones no hubiese cosecha de fruta y temporeros contratados para recogerla. Ahora, nos cuentan que la causa de nuestros males está en las ‘no fiestas’ del Pilar, como si toda España no hubiese estado plagada de celebraciones más o menos clandestinas en los últimos meses. Son explicaciones muy poco explicativas. Pero no hay otras disponibles, porque el ‘motto’ de nuestros dirigentes viene a resumirse así: las cosas están muy mal -admiten-, pero nosotros lo hemos hecho todo bien -aseguran-. Solo que si eso es así, entonces el desconcierto y el desamparo del ciudadano no pueden sino multiplicarse: si haciéndolo todo bien estamos como estamos, ¿qué podemos esperar en adelante? La consejera nos anunciaba una nueva ‘meseta’. Pero más bien será ‘sangre, sudor y lágrimas’. ¿Hasta cuándo?

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión