Aragón, confinado
Desde la pasada medianoche, Aragón queda confinado perimetralmente y no se podrá entrar ni salir de la Comunidad salvo por causa justificada. La medida se prolongará por lo menos durante quince días. Aragón, junto a País vasco y Asturias, se suma así al cierre perimetral en vigor en Navarra y La Rioja. Es una iniciativa que debería armonizarse con el resto de las autonomías. El Gobierno debe apoyarse en las CC. AA. y los ayuntamientos para conseguir una gestión de la pandemia lo más próxima posible a los ciudadanos, pero le corresponde el papel fundamental de coordinar a todas las Administraciones para lograr la máxima eficacia.
El confinamiento perimetral de Aragón que acaba de ponerse en marcha se suma a las duras limitaciones a las que ya estaban sometidos los ciudadanos: desde el toque de queda nocturno al confinamiento perimetral de las tres capitales de provincia pasando por la prohibición del consumo en el interior de bares y restaurantes. Son medidas que limitan considerablemente la libertad de movimientos de las personas, pero hay que aplicarlas con rigor siguiendo criterios de prevención si queremos frenar el crecimiento exponencial de los casos. Está demostrado que cuanto más se deja subir la curva de contagios de la covid-19 más cuesta bajarla después y más duras tienen que ser las medidas necesarias para ello.
Hay que insistir una y otra vez en que este conjunto de limitaciones que se han puesto en marcha no será suficiente por sí solo para doblegar la enfermedad si no va acompañado de un refuerzo de las plantillas de la atención primaria y los hospitales, un incremento del número de pruebas diagnósticas, un aumento de los recursos para las labores de rastreo y aislamiento de personas contagiadas, un seguimiento exhaustivo a los positivos y, sobre todo, de una implicación aún mayor de toda la ciudadanía.
