Estrategias contra la covid-19
Mientras Pedro Sánchez e Isabel Díaz Ayuso aparcan, por ahora, su enfrentamiento político y acuerdan mejorar la coordinación frente a la covid-19, que amenaza con desbordar la Comunidad de Madrid, la DGA, que cuenta en Aragón con un clima de cooperación mucho mayor, sigue adoptando medidas. Sira Repollés ha anunciado la adquisición de 100.000 test de antígenos que, en palabras de la propia consejera, tienen «una fiabilidad» muy similar a las pruebas PCR. Se equivocan con grave daño los gobernantes que no ponen la lucha contra el coronavirus como su prioridad y caen en la tentación de utilizar la pandemia políticamente.
Lo que ha ocurrido en Madrid es un claro ejemplo de cómo algunos dirigentes han caído en la irresponsabilidad de usar el coronavirus como arma arrojadiza. Si Sánchez y Díaz Ayuso han abandonado por fin el partidismo y afrontan la segunda ola de la enfermedad desde la lealtad institucional, el país habrá dado un gran paso porque el otoño se adivina muy complicado. Las estrategias contra el virus se han visto demasiado condicionadas por la pugna partidista y la territorialidad, sobre todo desde el final del estado de alarma. El Gobierno delegó en las autonomías y muchas se han visto desbordadas sin que el Ejecutivo haya querido reaccionar como debía.
La contención de la pandemia depende en buena medida de la responsabilidad individual de todos los ciudadanos, pero también de la fortaleza del sistema sanitario de atención primaria. Lo imprescindible es reforzar los recursos humanos y materiales. Solo un sólido entramado de salud será capaz de diagnosticar y aislar con rapidez a todos los casos con covid y de detectar a todos los contactos estrechos para que puedan guardar la cuarentena debida. Si se adoptan las medidas de control necesarias para mantener la transmisión en niveles aceptables, podremos evitar un nuevo colapso.
