Por
  • David Serrano-Dolader

El caballo y... la caballa

Sobre el complejo mundo del ¿masculino inclusivo?
Sobre el complejo mundo del ¿masculino inclusivo?

A pesar de mi edad (¡o quizás por ella!) soy usuario de Twitter, aunque nunca atino a la primera en cómo se escribe esa enrevesada marca. En esta red social hay de todo: pomposidades, anuncios, informaciones, chorradas, posverdades y posmentiras. A raíz de varios ‘tuits’ lanzados por colegas de diversa procedencia sobre el espinoso tema del denominado ‘masculino inclusivo’ (ya saben, que si chico significa chico y chica significa chica, pero chicos puede significar la suma de chico y chica)… pues sentí la necesidad de atemperar los enfrentamientos en la red y dar un toque de humor desmitificador.

Abrí un hilo que titulé ‘Sobre el complejo mundo del ¿masculino inclusivo?’. De ese modo, y como contrapunto a casos como los de ‘chico-chica’, empecé a colgar con sus correspondientes ilustraciones (¡que Twitter da para eso y más!) parejas de voces en las que, obviamente, no opera ese concepto de masculino inclusivo y que, de hecho, solo se relacionan entre sí traídas por los pelos de la comicidad desfacedora de entuertos. Empecé mi hilo con ‘el caballo’ (animal que tanto gusta a la reina Isabel II) y ‘la caballa’ (pez muy apreciado por la industria conservera). Y así he ido siguiendo: el libro y la libra, el caso y la casa, el porro y la porra, el barro y la barra, el cazo y la caza… Si quieren continuar restañando heridas, pueden verlos en mi twitter (¿será ahora con minúscula?): @octimana. ¡Queda inaugurado este pantano!

Como diría el loco: a caballo regalado, no le quites ser amado.

David Serrano-Dolader Profesor de la Universidad de Zaragoza

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