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  • Esperanza Pamplona

Nuevas dictaduras

El uso de la mascarilla es obligatorio
El uso de la mascarilla es obligatorio
Cati Cladera / Efe

La enfermedad mental siempre se ha asociado con la pérdida de libertad. A los locos se les encerraba en los psiquiátricos, se les apartaba de la sociedad y se limitaban sus movimientos.

En realidad, toda dolencia siempre conlleva algún recorte de la libertad si uno quiere sanar y a veces, incluso aunque uno no quiera recuperar la salud. Si usted tiene colesterol o diabetes tendrá que apartar de su dieta algunos alimentos para estar bien, pero si sufre ELA sus movimientos se reducirán tanto si quiere como si no.

Enfermar implica la pérdida de uno mismo en mayor o menor medida.

El coronavirus ha caído sobre el mundo como un dictador de esos que hemos repudiado hasta la saciedad. Nos ha encerrado en casa, nos ha hecho más pobres, más vulnerables, nos roba el aire, incluso nos hurta los besos y abrazos. Apenas podemos sonreír y si nos contagiamos debemos exponer nuestra intimidad y movimientos al servicio de la seguridad de todos.

En breve cederemos convencidos gran parte de nuestros datos para las ‘apps’ de seguimiento. Y cualquiera en cualquier sitio se ha arrogado el derecho a mirar nuestra temperatura y calibrar si somos aptos o no para acceder a donde sea. Todos sospechamos de todos. Y nos denunciamos.

En cuestión de meses hemos repudiado a Aristóteles y Tocqueville para arrojarnos en los brazos de Hobbes y Orwell.

Los efectos secundarios de la covid-19 van a ir mucho más allá de lo que diga la OMS.

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