El pastor eléctrico
En un pub del Reino Unido han instalado un cable electrificado delante de la barra para que los clientes mantengan la adecuada distancia de seguridad dentro del local. La medida la tomó el dueño apenas una semana después de que la reapertura de los bares británicos dejara a su paso estampas poco compatibles con la lucha contra la expansión del coronavirus. El avispado empresario británico ha descubierto que tratar a sus clientes como a las ovejas que en este tiempo veraniego pastan custodiadas por pastores eléctricos es la mejor forma de mantener a raya el virus.
El excesivo consumo de alcohol propicia la exaltación de la amistad y es poco compatible con guardar las formas... y menos las distancias. Pero el consumo puede ser tanto en público como en privado. Por tanto, el ejercicio de responsabilidad debe ser cuestión de cada uno.
Se están lanzando campañas para sensibilizar a los más jóvenes de los peligros de extender la enfermedad al relacionarse en botellones y fiestas privadas. "Y tú, ¿qué eres, ‘influencer’ o ‘contagier’?" es una de ellas, promovida por el Instituto Aragonés de la Juventud. Pero también hay adultos que beben sin moderación y olvidan cumplir las normas a rajatabla. Como apunta Supermaño, la curva de la irresponsabilidad no ha tocado su pico máximo. En varias playas se vende un kit compuesto por cuatro piquetas de madera y cuatro cintas para delimitar el espacio destinado a una familia en 16 metros cuadrados. Ojalá no sea preciso extender el kit a otras reuniones familiares y de amigos e incluir en vez de cintas de papel cables electrificados.