Respuesta rápida y eficaz
La detección de nuevos casos de la covid-19 en Zaragoza capital, Calatayud, Tarazona, Santa Cruz de Grío, Sádaba y Caspe ha puesto en alerta a toda la provincia zaragozana. El incremento de rebrotes en Aragón, que viene ocupando los primeros lugares en el escalafón de Comunidades Autónomas por número de contagios, obliga a adoptar más medidas de protección y a intensificar las que ya están en marcha con el objetivo de intentar rebajar al mínimo la transmisión comunitaria del coronavirus justo cuando la movilidad laboral y vacacional se ha incrementado.
El Consistorio zaragozano confirmó ayer un positivo en un trabajador de Mercazaragoza, que permanece aislado en su domicilio bajo control del Salud. Fuera de la capital, preocupa el centro de discapacitados de Amibil de Calatayud; cuatro usuarios y ocho trabajadores permanecen aislados en la localidad tras el positivo de una empleada que estuvo en contacto con personas contagiadas en el brote de Sádaba. Estos casos han hecho saltar las alarmas. Ante cualquier indicio de nuevos focos es fundamental que los sistemas sanitarios estén preparados para actuar con prontitud y evitar la multiplicación incontrolada de los contagios.
Cuando concluyó el estado de alarma y las Comunidades recuperaron todas las competencias, los gobiernos autonómicos pusieron énfasis en la actuación responsable de los ciudadanos y en su comportamiento cívico y solidario. Pero esa apelación debe ir acompañada de un plan más amplio de medidas preventivas, sanitarias y sociales, para evitar rebrotes. Lo importante es que los focos sean identificados con rapidez y que se desplieguen de forma eficaz estrategias para mitigar su propagación. Los turolenses tuvieron un comportamiento muy responsable ayer, el día en que se debía celebrar el acto más masivo de La Vaquilla si no se hubieran suspendido las fiestas. Pero no se puede delegar en la ciudadanía la gestión de la pandemia.
