Seguridad antes que fiestas

Mientras los casos de coronavirus en Aragón siguen creciendo, con especial incidencia en Zaragoza, la ciudad de Teruel vive sin charangas y con las calles semivacías el fin de semana en que debía celebrarse la fiesta de la Vaquilla. Es lógico que los turolenses intenten llenar con calor humano y algunos gestos simbólicos el gran vacío que les produce no celebrar el festejo. Pero igual de sensato es que actúen con la máxima responsabilidad para que también en las celebraciones privadas se mantenga el distanciamiento físico y otras medidas de autoprotección para evitar contagios.

La fiesta por excelencia de la capital turolense se ha suspendido para evitar nuevos contagios por coronavirus. La población está resignada a ver desierta esta tarde la plaza del Torico, cuando en circunstancias normales hubiera estado rebosante de gente para aupar hasta el astado de bronce al peñista encargado de ponerle el pañuelo. Muchas pandillas y grupos de personas han organizado celebraciones privadas. Pero no deben bajar la guardia frente a la enfermedad. Como ha dicho la alcaldesa, Emma Buj, los turolenses deben comportarse con la mayor sensatez para que la ciudad «sea un referente por hacer las cosas bien».

No pocos ciudadanos están tentados de disfrutar también este verano de unos días de festividades, ahora en Teruel y después en muchas localidades de Aragón hasta llegar a las fechas de las Fiestas del Pilar. Sin embargo, deben ser conscientes de los peligros que entrañan las actitudes irresponsables tanto para ellos mismos como sus familiares y amigos más próximos. Todos debemos esperar a que vengan tiempos mejores. Tiempos que tardarán un poco, pero que llegarán más pronto que tarde a no ser que los aplacemos con un excesivo relajamiento en una etapa aún temprana como la actual, en la que lo sensato es seguir extremando las medidas de seguridad.