Por
  • Alberto Jiménez Schuhmacher

Olvidados

Opinión
Francisco Grande Covián
José Antonio Ávila - Real Academia de Medicina de España

La primera vez que me colé por los pasillos del Departamento de Bioquímica en la Facultad de Ciencias vi colgado en la pared un retrato de un hombre bonachón, de pelo blanco y con bigote. La curiosidad me hizo descubrir que era un gigante científico: Francisco Grande Covián. Hoy, pocos chavales de mi quinta para abajo vinculan su nombre al de la nutrición. Desconocen que está considerado como el padre de la dietética. Entristece que la población general esté olvidando a quien fue el descubridor de la causa de varios trastornos alimenticios o desconozca sus trabajos acerca de la restricción calórica. Sus contribuciones fueron enormes. Además, enseñó a la sociedad que "había que comer de todo en plato de postre" y que no había dietas milagro: "la única comida que no engorda es la que se queda en el plato". Y fue un buen hombre.

Mi padre, químico, le admiraba mucho y me habló de él. ¡No me podía ni imaginar que una persona de su talla humana y científica hubiese investigado aquí! El próximo día 28 de junio se cumplirán 25 años de su fallecimiento y en la Facultad de Ciencias y en el IES Grande Covián se estaban cociendo homenajes y actividades para recordar su figura. La covid-19 los retrasará un tiempo. Muchos aniversarios se han cancelado o pospuesto por la covid-19. Las efemérides son importantes para poder recordar a nuestros grandes y permiten darlos a conocer a las siguientes generaciones. Será importante rememorarlos pronto, para que no se conviertan en ol-covid-ados.

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