Aragón, en la tercera fase
Aragón pasa a la tercera y última fase de la desescalada. La Comunidad cumple con todas las exigencias sanitarias. El cambio de fase tendrá lugar el próximo lunes y, a partir de ese momento, el Ejecutivo aragonés confirmará las medidas a tomar, como la movilidad entre provincias. Hemos demostrado ser una sociedad responsable. Si ejercemos nuestros deberes y derechos con civismo, el final de la desescalada será más sencillo. En los peores momentos, la ciudadanía ha cumplido con una disciplina y sacrificio ejemplares. Ahora, en esta nueva etapa, responsabilidad y libertad deben ir juntas porque son las dos caras de una misma moneda.
España sigue avanzando en la desescalada. Todas las autonomías que así lo han solicitado progresarán el lunes de fase y continuarán avanzando por el camino que acabará con el fin de las restricciones de cara al verano. En estas semanas, Aragón y las demás Comunidades han conseguido garantizar los recursos asistenciales para que, en el caso de que hubiera rebrotes, pudiera hacerse frente a los mismos. Además, han logrado reforzar la atención primaria, pieza clave para detectar los nuevos casos y sus contactos. La sociedad española debe felicitarse en cuanto que el salto de fase es posible porque en este momento la situación de la epidemia está bajo control, con unos índices de infección muy bajos y detectados rápidamente.
El éxito total del proceso depende, en primera instancia, de la racionalidad y oportunidad de los diferentes pasos que se van dando y del fundamento que los especialistas les hayan dado. Pero, según se va implementando, su éxito radica en la conducta de cada ciudadano. Se ha dicho ya muchas veces, pero no es ocioso repetirlo: hemos pagado un precio alto, en vidas humanas y en daños económicos. Una conducta individual responsable es clave para evitar rebrotes y recaídas colectivas.
