Por
  • José Manuel Aranda Lassa

Los 35 años del Ernest Lluch

Hospital Ernest Lluch de Calatayud.
Hospital Ernest Lluch de Calatayud.
Google

Las obras para la construcción de un hospital que iba a dar servicio a personas de municipios de varias comarcas habían finalizado en 1984, pero la apertura no había sido posible debido a la falta de mobiliario. Como en tantas otras ocasiones, un hecho casual hizo posible la llegada del esperado material médico.

Ernest Lluch hizo una parada en Calatayud durante un viaje por la antigua N-II. En el Restaurante José María preguntó por un lugar para hacer fotocopias, pero al ser festivo todos los comercios estaban cerrados. Y qué festivo, el Jueves Santo de hace 36 años.

Alguien le habló de Rodolfo Ortiz, toda una institución en el Ayuntamiento de Calatayud, que además regentaba un puesto en el paseo. Rodolfo se ocupó de hacer las fotocopias que solicitaba el ministro e informó al alcalde, José Galindo, de su presencia en la ciudad. El alcalde aprovechó la ocasión para mostrarle a Ernest Lluch el nuevo hospital.

Aquella visita, aquellas fotocopias y aquel encuentro tuvieron como efecto el amueblamiento del hospital en los siguientes meses, lo que permitió que el 27 de mayo de 1985 el propio Ernest Lluch regresara a Calatayud para inaugurarlo.

Años más tarde este centro hospitalario adoptaría el nombre del propio ministro y hoy todos conocemos al hospital como el Ernest Lluch de Calatayud.

Echar la vista atrás muestra diferencias notables en la práctica médica de hace 35 años y la actual. La sanidad ha evolucionado de forma meteórica desde aquella fecha. La atribución de competencias a las comunidades autónomas ha redefinido el mapa sanitario, ha avanzado la tecnología en equipamientos y la formación especializada de los profesionales ha generado una sana competencia. Todo ello ha redundado en un mejor sistema sanitario público, ha determinado un incremento en la esperanza de vida y por supuesto ha repercutido en el bienestar y la calidad de vida de la ciudadanía.

Pero si hace 35 años debieron hacer frente a unas deficiencias que hicieran posible la apertura del hospital, hoy nos enfrentamos a nuevos retos, que nos obligan a adaptar las instalaciones y servicios para dar respuesta a las necesidades de la sociedad.

El Hospital de Calatayud no dispone de una unidad de cuidados intensivos, por lo que los profesionales sanitarios se enfrentan cada día a la tesitura de trasladar a sus pacientes a otros centros médicos con más capacidad. La pandemia de la covid-19 ha puesto en evidencia la carencia de UCI y uno de los requisitos para la desescalada anunciados por el Ministerio de Sanidad es la disponibilidad de 1,5 a 2 camas de cuidados intensivos por cada 10.000 habitantes.

Es momento de que el Gobierno de Aragón haga frente a una reivindicación histórica que en la situación actual cobra si cabe más relevancia. El sector sanitario de Calatayud comprende cuatro comarcas con una población envejecida. Calatayud es la cuarta ciudad de Aragón y la separan 100 kilómetros de una unidad de cuidados intensivos.

Es el momento de invertir en recursos sanitarios que refuercen el territorio ante una crisis sanitaria como la actual pero también ante el día a día, ya que esta carencia genera dificultades en cualquier cirugía avanzada o situación clínica compleja.

Esperamos que el 35 aniversario del Hospital de Calatayud pueda ser recordado por la llegada de un recurso tan esperado por profesionales y pacientes como es la unidad de cuidados intensivos.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión