Una posición insostenible

Médicos, enfermeras y otros trabajadores de la salud expresaron ayer ante sus centros de trabajo su malestar con la consejera de Sanidad, Pilar Ventura. Y están decididos a mantener la exigencia de su cese. El gesto de Lambán al reforzar personalmente la tibia petición de disculpas de Ventura no podía ser suficiente para dar satisfacción a los profesionales sanitarios aragoneses, que, con toda razón, se sintieron ofendidos por la desconsideración mostrada por la consejera.

Un buen número de médicos, enfermeros y otros profesionales de la sanidad aragonesa salieron ayer a las puertas de sus centros de trabajo para exigir el cese de Pilar Ventura como consejera. Las palabras de Ventura en las Cortes calificando como un «estímulo» el hecho de que los sanitarios hubieran tenido que improvisar el material de autoprotección que la administración no les proporcionaba han colmado la paciencia de todos ellos. Tanto los sindicatos del sector como los colegios médicos están decididos a continuar pidiendo la dimisión o la destitución de Ventura, cuya gestión de la pandemia censuran en aspectos fundamentales y a la que reprochan su falta de sensibilidad hacia la situación de los sanitarios y el no haber sido capaz de escuchar y de tener en cuenta sus sugerencias y reivindicaciones. Una última muestra de esos problemas de gestión en la Consejería la ha proporcionado el lote de 17.000 mascarillas del tipo FFP2 que el Salud había distribuido y que ha tenido que retirarse después al surgir dudas fundadas sobre si cumplían con los requisitos exigibles, habiendo dejado expuestos quizá a muchos profesionales al contagio. Las protestas de los profesionales de la salud van a continuar en los próximos días, haciendo patente la ausencia total de confianza en la responsable política de la sanidad aragonesa, que deja a la consejera Ventura en una posición prácticamente insostenible.