Por
  • José María Serrano Sanz

Coronavirus

El temor a la epidemia produjo una dramática caída de las bolsas de valores.
El temor a la epidemia produjo una dramática caída de las bolsas de valores.
Chema Moya / Efe

Tranquilos. A pesar del título, esto no va de recomendaciones sanitarias, ni de estadísticas o pronósticos de riesgo de contagio; mucho menos de la biología del bichito. Solo es un pequeño comentario acerca del significado profundo de la globalización que es, esencialmente, interdependencia, como estamos descubriendo estos días a marchas forzadas. 

Las Bolsas caen como si de una crisis financiera se tratara, algunas ferias, diversos acontecimientos deportivos y muchos viajes se suspenden, hay empresas que anuncian ya expedientes de regulación de empleo por falta de suministros y comercios que auguran racionamiento de ciertas mercancías procedentes de China. Y todo por una oscura enfermedad iniciada hace pocas semanas en una ciudad cuya existencia era por entonces casi universalmente desconocida. Pero es que esta globalización ha consistido en fragmentar los procesos productivos entre países para hacer más eficiente cada fase, con la especialización, y más barato el producto final. Así que ahora todos dependemos de todos y, en particular, de la gran fábrica del mundo. Y esto ha multiplicado los contactos y los viajes de negocios necesarios que, si se bloquean por el temor, harán que la maquinaria no funcione y la crisis económica sea realmente grave. De ahí las señales de alarma que empiezan a dar los organismos económicos internacionales. Aunque esta vez la palabra la tienen los médicos, más que los economistas…

Académico de Ciencias Morales y Políticas y #catedrático de Economía de la Universidad de Zaragoza

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