No mentirás
Desde 1839, con interrupciones más o menos prolongadas (la última duró 42 años), los zaragozanos guardan fiesta el 5 de marzo y continúan la tradición de celebrar y comer al aire libre, que arrancó hace 181 años. Durante la Primera Guerra Carlista (1833-1840), Zaragoza, alineada con los liberales, quedó rodeada por territorios mayoritariamente carlistas. Parte de su guarnición había sido desplazada en febrero de 1838 a socorrer a la asediada Gandesa. Por eso, el general turolense carlista Juan Cabañero decide asaltar la ciudad en la madrugada del 5 de marzo.
A lo largo de ese día, la gran mayoría de los ciudadanos respalda la respuesta de la milicia contra los atacantes, que terminan retirándose al anochecer, tras denodados combates en varios emplazamientos de la ciudad. Estos son los hechos históricos. El vaivén respecto a su celebración o no a lo largo del tiempo entraría dentro de los posicionamientos ideológicos respecto a los hechos. Nunca la prohibición de conmemorar el 5 de marzo equivalió ni equivaldría a negar la existencia de los hechos. Nunca posicionarse del lado de los carlistas equivaldría a afirmar que Zaragoza no fue atacada por ellos el 5 de marzo de 1838.
Un dirigente de la extrema derecha ha manifestado recientemente que su palabra puede cuestionar graciosamente los hechos históricos (los totalitarismos suelen hacerlo a su conveniencia). Ese señor se filfa del octavo (no mentirás). Pero olvida que los hechos son tercos, mucho más que los totalitarismos.
