El éxito de la FIMA
La Feria Internacional de Maquinaria Agrícola se ha celebrado con un gran éxito de operaciones y récord de expositores. La FIMA ha vuelto a demostrar su proyección como uno de los certámenes del sector primario más relevantes en el mundo. No ha sufrido apenas el impacto de la crisis del corononavirus, que estos días ha llevado a la cancelación de otros congresos como el Mobile de Barcelona o el Salón del Automóvil de Ginebra. La coordinación de las Administraciones y la profesionalidad de los organizadores han sido claves.
Con esta van ya 41 citas que uno de los cuatro certámenes de maquinaria agrícola más importantes del mundo tiene con Zaragoza. Y en cada una de ellas se ha ido definiendo el futuro del sector primario no solo desde el punto de vista de la innovación tecnológica, sino también de la rentabilidad y la sostenibilidad, así como de la mejora de la calidad de vida y de la seguridad del agricultor. Este año, la feria se ha hecho eco con acierto del complicado momento que viven los profesionales del campo, que protagonizan desde finales de enero una cadena de movilizaciones en toda España y Bruselas.
El éxito de la FIMA, como el de todas las iniciativas sociales, es deudor de múltiples factores. Uno de los más significativos es el conjunto de alianzas que la sostienen con profundas raíces. Si en esta ocasión se han recibido a 237.446 visitantes y 1.653 expositores procedentes de 38 países, si de nuevo Aragón ha vuelto a ser un escaparate mundial de la vanguardia tecnológica, es por la suma de un intenso trabajo y de empeños institucionales que lo hacen posible. Feria de Zaragoza, Ayuntamiento de la ciudad, DGA y Gobierno de España han sabido crear alianzas sostenibles para que la feria sea mejor cada edición. Del mismo modo que su impacto empresarial trasciende los cinco días del salón, sería una buena noticia que la capacidad de tejer alianzas institucionales también se extendiera a más ámbitos.
