Valores y principios
La Constitución promulga dos valores éticos y políticos fundamentales: libertad e igualdad. En abstracto, ambos son complementarios, pues tan solo existe libertad, esgrimió ya Tocqueville (1835), en una sociedad igualitaria. Sin embargo, en la práctica, y sobre todo en un sentido económico, libertad e igualdad son valores en liza, pues toda intervención igualitarista en la esfera pública comporta una reducción de la libertad en la esfera privada. Y, por ello, la izquierda tradicionalmente se ha identificado con la igualdad, y la derecha con la libertad.
Por otro lado, la Constitución también establece los dos grandes principios que rigen en España en materia territorial: unidad y autonomía. En abstracto, ambos principios tampoco son contradictorios, pues la autonomía solo tiene cabida dentro de la unidad. Pero en la práctica, de nuevo, uno y otro suelen aparecer enfrentados. Existen decisiones políticas que fomentan la unidad, y por lo tanto la igualdad de oportunidades de todos los españoles, y otras la autonomía, es decir, la libertad de los territorios para establecer una regulación diferenciada.
De establecerse una relación entre principios y valores, la unidad deberíamos vincularla con la igualdad, y la autonomía con la libertad. Pero en España, y es algo que nos diferencia de otros países de nuestro entorno, la izquierda se ha erigido en defensora de la autonomía y la derecha de la unidad. Lo cual complica, más si cabe, la superación con éxito nuestra crisis territorial.
