Figueruelas ante el 2020

Ante los desafíos a los que se enfrenta la industria del automóvil, con la transición energética en lugar preferente, es un factor muy positivo que las expectativas de la planta aragonesa de Opel para este año supongan un importante crecimiento de la producción. Concentrando hasta el 60% de los coches fabricados por la escudería alemana, Figueruelas, integrada ahora en PSA, volvería a destacar por su flexibilidad y productividad y recogería los frutos del esfuerzo realizado.

Cuando Opel se integró, en el verano de 2017, en el grupo francés PSA, fabricante de las marcas Peugeot y Citroën, Figueruelas se incorporó a un entorno más competitivo y exigente. Pero los distintos agentes de la factoría supieron hacer buena, una vez más, su apuesta por la negociación y la flexibilidad para adaptarse a las nuevas circunstancias. Hoy podemos ver los frutos de aquel esfuerzo. La planta aragonesa produce tres modelos de PSA, el Opel Corsa (en su sexta generación), el Crossland X y el Citroën C3 Aircross y el año pasado fue el segundo de mayor producción, no muy por debajo del 2007, cuando, en vísperas de la gran crisis económica, se alcanzó el récord de 485.857 vehículos fabricados. Además, las perspectivas para el 2020 son muy favorables, pues parece que se podrían alcanzar los 520.000 coches, concentrando en Figueruelas el 60% de la producción de las plantas de Opel. En un sector tan competitivo y complejo como el automóvil que, además, está ya en pleno proceso de transformación hacia los vehículos no contaminantes -el Corsa eléctrico comenzará a salir de Figueruelas en febrero-, y con la integración de PSA y Fiat-Chrysler en perspectiva, ninguna posición puede darse por definitiva. Vendrán más cambios y habrá que saber asumirlos. Pero para Figueruelas, y para la economía aragonesa, que tiene en la automoción uno de sus pilares, las buenas expectativas con las que comienza este año son un aliciente y transmiten confianza.