Historias fuera de Cataluña
Barcelona arde por las noches. Cierto y terrible. Pero es una representación que no conduce a ninguna parte. Y a pesar de que todos miremos a la Diagonal si pestañear, lo cierto es que en el mundo ocurren más cosas.
Historias emocionantes. Como la de Victoria, una anciana de 94 años, vecina de Portugalete, que se fue a visitar a su hermana mayor. Cuando regresó a casa, cinco días después, se encontró con que unos okupas se habían instalado en ella y no le dejaban entrar ni a coger la ropa. Estas situaciones generan un desamparo inmediato para el propietario. Pero los vecinos de Victoria no estaban por la labor de permitirlo. Así que todos a una, generaron tal presión que echaron a los okupas y devolvieron a la anciana la casa en la que vivía desde 1931.
Historias aterradoras. Como la que ha vivido la ciudad mexicana de Culiacán. Cuando la policía ha intentado detener al hijo del Chapo Guzmán y ha estallado la guerra. Decenas de narcos armados hasta los dientes han desatado el terror en las calles, hasta el punto de que la policía se ha visto obligada a liberar al hijo de Guzmán. Los cadáveres salpicaban el asfalto, mientras los vecinos de Culiacán intentaban llegar al trabajo o al colegio en lo que parece ser una espeluznante rutina.
Cataluña, sí. Pero hay más.