Tras las jornadas de violencia que se han vivido en Cataluña y ante el comportamiento irresponsable del jefe de la Generalitat, ayer el presidente del Gobierno en funciones, en una declaración institucional, exigió a Torra que condene la violencia y aseguró que hará un uso proporcional de todos los medios del Estado para garantizar los derechos de los ciudadanos. Las provocaciones del independentismo deben toparse con una respuesta firme y unida de las fuerzas políticas democráticas.

Pedro Sánchez valoró como grave la situación que el independentismo ha creado en Cataluña después de conocerse la sentencia del Supremo. Al mismo tiempo, se cuidó de separar las manifestaciones pacíficas, que quedan amparadas por la legalidad, de los actos de violencia protagonizados por algunos grupos concretos y exigió a Torra que condene las actuaciones vandálicas. El presidente en funciones hizo hincapié en que el Gobierno actuará con firmeza a la hora de garantizar las libertades públicas y los derechos de todos los ciudadanos y en que está dispuesto a utilizar todos los medios que le ofrece para ello el Estado de derecho, que serían, entre otros, la aplicación de la Ley de Seguridad Nacional o la activación del artículo 155 de la Constitución. Sin embargo, Sánchez, que también insistió en que quiere actuar con moderación y proporcionalidad, no anunció ninguna medida concreta, a pesar de que los líderes del Partido Popular y de Ciudadanos, con los que se reunió ayer -así como con el de Podemos- le pidieron que iniciase el procedimiento para recurrir al 155. Las imágenes que se están viendo estos días en Cataluña crean un inevitable desasosiego y, frente a la irresponsabilidad de la Generalitat, lo que los líderes de los partidos democráticos no deben olvidar es que la mejor baza para frenar el desafío secesionista es la unidad de las fuerzas que respaldan la legalidad y la Constitución.