Por
  • Jorge Sanz Barajas

Si no sabes, mídelo

Aula vacía en un colegio de Zaragoza.
Aula vacía en un colegio de Zaragoza.
Francisco Jiménez

El Profesor Perplejo tuvo la otra noche una extraña pesadilla: soñó que unos padres servían a sus dos hijos una minúscula tarta con un cuchillo y les invitaban a repartirse el pastel. Y claro: los dos acabaron a la greña. Entonces, el Profesor entró en la habitación y les dijo algo tan sencillo como: «¿No se os ha ocurrido poneros de acuerdo y pedirles a vuestros padres que la tarta sea más grande, suficiente para vuestras necesidades?». Menudo iluso... En España, la reflexión es la antesala del fracaso, amigo: mientras uno sacaba regla y cartabón, el otro medía densidades de harina y huevo.

Alguno dirá: qué tontadas dice Perplejo. Uno está mayor, sí, aunque conoce bien la regla de oro de la chapuza ibérica: si no sabes qué hacer con algo, mídelo. Pero claro, mídelo bien, no vaya a ser que hagas una ley educativa que adapte la escuela al mercado laboral "para orientarles hacia la vía educativa que mejor se adapte a sus necesidades y aspiraciones" y luego resulte que somos la segunda tasa de paro juvenil de la UE (35%) y el país de la misma con peores condiciones laborales para jóvenes. En educación, cifra sin reflexión es desvarío, reflexión sin cifra es aire. Y todo por no invertir. Es más barato desvirtuar la FP, imposibilitar cualquier consenso educativo entre partidos, sobrecargar los programas educativos de contenidos absurdos, enfrentar a las redes educativas por unas migajas. Y si no saben qué hacer, exhiben cifras, muchas cifras. 

Jorge Sanz Barajas es profesor y escritor

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