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  • Esperanza Pamplona

Rituales que emocionan

La imagen de la Virgen del Pilar ya corona la estructura de la plaza, a la espera de que este sábado tenga lugar la tradicional y multitudinaria Ofrenda de Flores.
La imagen de la Virgen del Pilar ya corona la estructura de la plaza, a la espera de que este sábado tenga lugar la tradicional y multitudinaria Ofrenda de Flores.
Guillermo Mestre

Ya sé que todo el mundo está mordiéndose las uñas y con episodios de bruxismo, pendientes de la sentencia del juicio del procés, de las elecciones, del culebrón de los Quer, de los nuevos desmanes de la alcaldesa de Móstoles y de las grabaciones de Villarejo. Pero en Zaragoza hoy el resto del mundo se relega a un segundo plano, porque la ciudad se mira a sí misma como no lo hace ningún otro día del resto del año.

Es emocionante venir al periódico cuando todavía es de noche y asistir a ese paseo entrecruzado de los primeros oferentes que lucen primorosos y rezuman ilusión vadeando a una legión de derrotados que abandona la fiesta poco a poco. No podría haber espíritus más antagónicos en ese momento, sin embargo se respira cierta complicidad entre unos y otros. Dos caras de una misma fiesta.

En las casas las ropas están dispuestas en el salón desde la noche anterior. Calzones, enaguas, pañuelos, fajas, camisas, pendientes, alpargatas…. El mismo ritual con distintos remates. Y en las calles del corazón de Zaragoza, antes de que el sol asome, ya suenan las jotas. Las filas de oferentes y público se van engordando al calor del sol.

Sin duda, el mundo sigue su ritmo pero este día, Zaragoza se viste de flores y se emociona.

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