Quinielas

Hoy se fallan los Premios Nobel de Literatura. Y digo ‘los’, en plural, porque este año son dos: después de que la Academia sueca decidiera el año pasado aplazar su distinción, este año anunciarán juntos los premiados de 2018 y 2019.

Los nombres de los eternos candidatos circulan ya y los británicos, que apuestan por cómo acabará cada cosa que les sucede en la vida, pujan por escritores como si fueran caballos en un hipódromo. Encabezando las apuestas aparecen la poeta canadiense Anne Carson y Maryse Condé, la autora antillana que el año pasado recibió el Nobel alternativo que improvisaron escritores y artistas suecos. Las dos serían magníficas premiadas. A continuación, los nombres que siempre suenan: Adonis, Haruki Murakami, Margaret Atwood o Milan Kundera. El único nombre español que se cuela entre los veinte primeros es Javier Marías; le sigue, de lejos, Juan Marsé.

Estos días, alguno de estos escritores y sus editores habrán estado nerviosos, quizás, esperando que la decisión del jurado les sea favorable y el mundo entero reconozca su talento. Y esta mañana, en cuanto se anuncie, los nerviosos serán los libreros, que tendrán que buscar rápido dónde publican los premiados, enfadarse, seguramente, por la falta de existencias y explicar a los lectores impacientes que pronto recibirán ejemplares.

Una vez que la Academia ha perdido la oportunidad de premiar a Philip Roth, fallecido hace año y medio, mis favoritos son Edna O’Brien y Richard Ford. Al final de la mañana lo sabremos.