Por
  • José María Serrano Sanz

‘Brexit’

FILE PHOTO: Britain's Prime Minister Boris Johnson gestures during a news conference at the end of the G7 summit in Biarritz, France, August 26, 2019. REUTERS/Dylan Martinez/File Photo [[[REUTERS VOCENTO]]] BRITAIN-EU/PARLIAMENT
El primer ministro británico Boris Johnson
Dylan Martinez / Reuters

Una de las incógnitas más oscuras del otoño es qué ocurrirá con el ‘brexit’. Aparentemente todas las opciones siguen abiertas, pero se extiende la sensación de que cualquiera de ellas puede tener más costes que beneficios, aunque el cálculo no es fácil. Se deben comparar consecuencias económicas y políticas, así como ponderar los resultados a corto y a largo plazo… una quimera. Un laberinto, por el que vagan desconcertados los políticos ingleses sensatos. Un terreno abonado para aquellos otros que viven del populismo y el gesto, como el actual primer ministro.

Olvidando por un momento los efectos directos del ‘brexit’ sobre España -que no serán desdeñables- y sobre la Unión Europea, dos conclusiones podemos extraer. Primera, que el sistema político británico, tenido por modélico en otro tiempo, acaso nunca lo ha sido tanto como pensábamos y solo navegaba con el viento de la historia a favor. Segunda, que un referéndum no es el método apropiado para decidir sobre una cuestión compleja, en la que existen múltiples matices y varias respuestas alternativas posibles. Se polariza artificialmente la sociedad, como si la respuesta fuera a ser simple, se anima a simplificar los mensajes y a deslizarse hacia la demagogia y la falsedad a los menos escrupulosos y se crean situaciones aparentemente irreversibles, cuando una decisión parlamentaria siempre es susceptible de ser modificada. Todo un aviso para quienes juegan con fuego.

José María Serrano Sanz es académico de Ciencias

Morales y Políticas y catedrático de Economía (Unizar)

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