El discurso de Lambán
Javier Lambán solicitó ayer la investidura ante las Cortes con un discurso bien estructurado en el que reivindicó la centralidad para construir Aragón como proyecto común. Su argumento, a la espera de la prueba de la realidad, contrasta sin embargo con la heterogeneidad de un gobierno cuatripartito que incluirá a formaciones muy escoradas hacia la izquierda. No resultará fácil ni mantener el acuerdo ni situar de verdad al Ejecutivo aragonés en esa posición centrada.
La aspiración de construir un Aragón socialmente justo, ambientalmente sostenible y que se incorpore plenamente al progreso tecnológico -los tres ejes en los que el candidato articuló su discurso- puede, sin duda, ser compartida por la mayoría de los aragonesas. Pero las claves de un gobierno están en las medidas concretas con las que se pretende avanzar hacia ese desiderátum. Y en este aspecto, el documento de 132 puntos pactado por PSOE, Podemos, PAR y CHA como base de su coalición y que Lambán expuso ante las Cortes dista mucho de la concreción de un programa de gobierno. Esa falta de precisión resulta más relevante cuando se va a formar un gobierno muy heterogéneo, con cuatro partidos, en el que resultará problemático mantener la coherencia y el acuerdo a la hora de llenar de contenido las propuestas.
Es cierto que el ejecutivo que Lambán aspira a encabezar sería transversal, pues incluiría a una fuerza, el PAR, del espacio de centro-derecha. Pero la centralidad que el candidato reivindicó con ahínco contrasta con la presencia en la coalición de Podemos y con el apoyo de IU, formaciones que hasta el momento están alejadas de esa posición centrada. Lambán obtendrá hoy la investidura, lo que permitirá que Aragón cuente con un gobierno que empiece a trabajar. Pero no le será fácil conseguir que su inédita coalición cuatripartita no solo se mantenga unida, sino que se entregue efectivamente a la labor de apaciguar la política y de reconstruir el contrato social.