Se acaban los plazos para evitar el bloqueo

Lambán, Escartín y Sada, durante el arranque de la X legislatura de las Cortes
Lambán, Escartín y Sada, durante el arranque de la X legislatura de las Cortes
José Miguel Marco

Los plazos para evitar que la política española refleje una imagen deplorable y entre en una espiral que acabe en la repetición de las elecciones generales se agotan. Y Aragón lleva el mismo camino. Esta semana es la decisiva. El pleno para la investidura que se presume fallida de Pedro Sánchez comenzará el 22 de julio. Para la de Javier Lambán todavía no hay fecha.

Hay que repetir una vez mas que la situación de Sánchez no es la misma que la de Lambán, aunque ambas vengan precedidas por la falta de sentido de Estado de Ciudadanos que se niega a dar centralidad y estabilidad a la política española y aragonesa.

Claro que la responsabilidad es compartida con el PSOE y con Podemos, que se ha colocado a la misma altura que los de Rivera. A nivel nacional, la formación morada tiene la llave para hacer posible un gobierno socialista y evitar la repetición electoral. Pasa lo mismo en Aragón, pero con la peculiaridad de que en la Comunidad la clave es el PAR y de que si Podemos se empeña en lo imposible estará empujando a votar otra vez o a que los aragonesistas abran la vía a un pacto de derechas con PP, Cs y Vox.

Cada uno tendrá que asumir sus errores, pero el daño a los ciudadanos es ya irreparable. Y todo ello sin que dimitan los culpables que no son capaces de pactar. Como siempre.

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