Salud, también en verano
Un total de 313 médicos de Familia que aprobaron las últimas oposiciones en Aragón eligieron ayer plaza en diferentes centros de salud. Se trata de una medida que da estabilidad a la plantilla. No obstante, la incorporación de estos profesionales a sus nuevos puestos no será inmediata y, por lo tanto, no paliará en nada los problemas de falta de facultativos en verano, que se rige por la bolsa de empleo temporal. Es necesaria una solución estructural.
En los próximos meses, sobre todo a partir de septiembre, miles de aragoneses cambiarán de médico de Familia por la incorporación de 313 nuevos titulares y por el concurso de traslados que provocará un baile de puestos y profesionales. Siempre es positivo consolidar las plantillas con titulares y dar opciones de traslado de manera periódica para fomentar el movimiento de profesionales y que se puedan cubrir los puestos de difícil cobertura. No obstante, el problema más inmediato de la sanidad aragonesa es la escasez de médicos para cubrir las plazas que quedan vacantes por las vacaciones veraniegas. Ahí está pendiente el dar una buena solución.
La sanidad pública aragonesa viene arrastrando un problema de falta de especialistas que se está agravando en los últimos años, sobre todo en Teruel. Es necesario tomar medidas para relanzar un sistema sanitario que presta un servicio de calidad, pero que está deteriorándose progresivamente por los recortes y por el aumento de la demanda por el envejecimiento de la población. El Gobierno autonómico que se está formando estos días tendrá que abordar este asunto de una forma menos coyuntural que hasta ahora; hay que abordar una reforma estructural del sistema porque la realidad es que hay menos médicos y más trabajo. Si no se toman medidas, la situación puede empeorar a medio plazo porque son muchas las jubilaciones programadas para los próximos diez años.