La hora de las avenidas
Cuatro de los grandes ejes urbanos de Zaragoza siguen deteriorándose después de muchos años de promesas incumplidas. Las avenidas de Cataluña, Navarra y Valencia requieren mejoras y Tenor Fleta, su prolongación hasta el Tercer Cinturón. El Ayuntamiento que se va a constituir la próxima semana debe conseguir y consignar los fondos necesarios para regenerarlas y completarlas.
La ciudad de los paseantes es un espejismo de otros tiempos. No solo numerosas calles de Zaragoza sino incluso varias de sus principales arterias se asemejan hoy a una pista de yincana, con baldosas sueltas y otras ‘trampas’ para los peatones, en especial para los de más edad. La ciudad ha olvidado al peatón, cuando si hay una capital para ser paseada es la aragonesa, asentada en un llano desde hace dos mil años. Por eso las asociaciones ligadas a los barrios reclaman a la nueva corporación municipal, con toda razón, que tome medidas para dar respuesta a viejas reivindicaciones como el arreglo de las aceras o como la reforma de las avenidas de Navarra, Cataluña y Valencia, o la prolongación de Tenor Fleta.
Es preciso dejar atrás la crispación política en el Consistorio para dar paso a una etapa de pactos y consensos con la vista puesta en mejorar la calidad de vida de Zaragoza y seguir desarrollando sus posibilidades económicas y culturales. También es necesario negociar un pacto de Estado con el Gobierno y las Comunidades para mejorar la financiación. Después de cuarenta años de democracia en España, el modelo de gobernanza municipal que estipula la Carta Magna de 1978 debe ser actualizado en su escasa regulación constitucional al menos en dos apartados: por una parte, la delimitación de su autonomía y ámbito competencial en el Estado autonómico; por otra, la mejora de su financiación para sostener todas las políticas públicas que las entidades locales han ido asumiendo.
