La XIII Legislatura
Comienza hoy la XIII Legislatura con la constitución de las Cortes Generales. El inicio se presenta condicionado por las elecciones locales y europeas del próximo domingo y por la presencia de cinco parlamentarios independentistas que están siendo juzgados por rebelión. Se trata de una singularidad, pero es también una evidencia de la normalidad con la que se ejerce la separación de poderes en España y una clara señal de que no se les juzga por sus ideas sino por sus presuntos delitos.
Con los ojos puestos en los resultados de las urnas que se abrirán de nuevo el domingo, hoy se constituyen el Congreso y el Senado. Y la que previsiblemente será nueva presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, se enfrentará a su primera prueba de fuego con la decisión sobre la suspensión de los diputados enjuiciados por el ‘procés’. De ello dependerá uno de los primeros actos de la legislatura, la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno. Si hay suspensión de los diputados independentistas encarcelados, los socialistas solo tendrán que ganarse a Coalición Canaria, dando por hecho el apoyo de Podemos, PNV, Compromís y PRC. Si ERC y JxCat sustituyen con rapidez a los diputados suspendidos, volverá la incertidumbre por la consecución del diputado 176 que permita la mayoría absoluta.
Lo que no plantea tantas dudas es que la crispación amenaza el inicio de la legislatura. Primero, porque de los independentistas solo pueden esperarse movimientos que pongan en aprietos al Gobierno. Segundo, porque con Ciudadanos disputándole al PP el liderazgo de la oposición y con ambos pendientes de cualquier gesto que puedan realizar los secesionistas para atribuirle a Sánchez la connivencia con ellos, no se atisba un diálogo fácil. Sin embargo, es necesario que negocien pactos sobre cuestiones acuciantes, como la financiación autonómica, que España debe resolver ya.