Desaceleración y elecciones
La incertidumbre política en España podría restar hasta 5.000 millones de euros al Producto Interior Bruto, según las estimaciones del BBVA, cuyo centro de estudios ha revisado dos décimas a la baja sus previsiones de crecimiento del PIB. La situación no es asfixiante, pero es necesario que las fuerzas políticas sean conscientes de la necesidad de formar cuanto antes un gobierno estable para abordar, además de otros desafíos, la desaceleración que se anuncia.
El servicio de estudios del BBVA se ha sumado a las instituciones nacionales e internacionales que anuncian una leve desaceleración del crecimiento económico para España durante este año y el próximo. La inestabilidad en la zona del euro y el freno de las exportaciones les lleva a revisar a la baja la previsión de crecimiento del PIB en 2019 y 2020, al fijarlas respectivamente en el 2,2% (frente al 2,4% que proyectaron hace tres meses) y el 1,9% (una décima menos). El informe también hace referencia al impacto económico de la incertidumbre política en un año de intensa actividad electoral. En este sentido, estiman que las elecciones y la dificultad para formar gobierno restarán este año unas dos décimas al crecimiento del PIB. De aumentar en mayor medida, avisan, podrían reducir la actividad otras dos décimas este año. En total, hasta unos 5.000 millones de euros.
Las previsiones del banco son coherentes con el frenazo que se detecta en la economía de la UE, afectada por la incertidumbre que están generando el ‘brexit’, la subida del precio del petróleo y la política arancelaria de Trump. En este contexto, garantizar la estabilidad institucional y económica es una tarea prioritaria del nuevo gobierno que surja de las urnas. Y para ello hay que evitar el riesgo, que ya se vislumbra, de que el nuevo Parlamento se precipite en el bloqueo, a falta de un mandato popular inequívoco y de la incapacidad de los partidos para pactar entre ellos.
