Cuarenta años de municipalismo
Hoy se cumplen cuatro décadas de la celebración de las primeras elecciones municipales en España desde la restauración de la democracia. Fue una cita histórica que renovó los antiguos ayuntamientos franquistas y los aproximó a los ciudadanos. Pero aquel proceso basado en el consenso y la libertad, la Transición, no es solo un recuerdo que celebrar sino un ideal a seguir.
En 1979, se celebraron los primeros comicios generales tras aprobarse la Constitución un año antes y las primeras elecciones municipales tras la recuperación de la democracia. Las autonómicas llegaron más tarde, a partir de 1980. En dos años, entre 1977 y 1979, el mapa político español apenas se movió, aunque sí se fue configurando un bipartidismo en torno a la UCD y el PSOE. En las elecciones municipales del 3 de abril de 1979 sí que se produjo un notable vuelco político. Aunque la UCD siguió siendo el partido más votado, con un 30,6% en toda España, el PSOE se le aproximaba con un 28,2%. El 13% de los comunistas posibilitó que, tras el pacto con los socialistas, las principales ciudades españolas fueran gobernadas por la izquierda: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza o Málaga.
Hace cuatro décadas, la democracia llegó a los pueblos y ciudades de Aragón. El proceso electoral se vivió con mucha ilusión, pero también con miedo e incertidumbre. En todo el país, fue una obra colectiva, en la que tuvieron un papel destacado el Rey Juan Carlos y toda su generación, desde Adolfo Suárez hasta Felipe González. Muchos ciudadanos trabajaron denodadamente para que las urnas hablasen en paz y con libertad. Su ejemplo, su esfuerzo por asentar el consenso y la convivencia, debe servir para que la generación que ahora está al frente de España se tome también muy en serio la democracia, para que comprenda que no está garantizada, sino que hay que construirla día a día y reivindicarla frente a sus enemigos.
