Igualdad para avanzar
Un año después de la primera huelga internacional del 8-M, las sociedades de todo el planeta celebran un nuevo Día de la Mujer con el objetivo de poner fin a la discriminación, la subordinación, el acoso y la violencia que sufren las mujeres solo por el hecho de serlo. Son reivindicaciones justas, que hace tiempo que tenían que haber sido alcanzadas y que deben ser conquistadas cuanto antes para seguir avanzando todos juntos como seres humanos.
La mayoría de las mujeres aragonesas cobra menos que su pareja, atiende a sus hijos mucho más que el padre y se encarga de la limpieza del hogar. Estas son algunas de las conclusiones del estudio realizado por la consultora A+M para HERALDO con motivo de las movilizaciones convocadas para hoy por el Día de la Mujer. Los datos vienen a confirmar que la desigualdad entre hombres y mujeres sigue funcionando por cuatro resortes: segregación laboral, brecha salarial, bloqueo de las oportunidades de ascenso y obligación de asumir la carga familiar. Además, son mecanismos que operan por la complicidad masculina. El resultado es que se mantiene intacta una indudable desigualdad real bajo una teórica igualdad formal.
Es cierto que el Día de la Mujer de 2018 alcanzó un resultado histórico en cuanto al nivel de participación y movilización. Se constató que la causa de la igualdad de la mujer es compartida y celebrada por toda la sociedad. España demostró albergar un profundo sentido de la justicia, la igualdad y el progreso social. No obstante, las estadísticas son la prueba más evidente de que queda mucho por hacer. De hecho, sigue habiendo un amplio grupo social que ve en el feminismo una ideología excluyente dirigida contra los hombres. Es un craso error: la igualdad de género, consagrada en el artículo 14 de la Constitución, es la base de una sociedad democrática y, por tanto, configura un mandato constitucional que nos obliga a todos.
