Precampaña electoral
Las instituciones políticas aragonesas han multiplicado sus actos públicos antes de que hoy termine el plazo que da la ley para inaugurar obras y proyectos. Aunque la campaña electoral de las generales no dará comienzo de forma oficial hasta el 12 de abril, los partidos están ya en plena actividad. No obstante, hay que exigirles respeto a las reglas y que eviten la polarización y la crispación.
El adelanto de las elecciones generales ha llevado al Gobierno de Aragón, ayuntamientos, diputaciones, Delegación del Gobierno y subdelegaciones a acelerar el cumplimiento de sus agendas y a realizar, en tiempo récord, visitas e inauguraciones de precampaña. Solo el Ejecutivo autonómico ha convocado más de 150 actos públicos desde el 15 de febrero, día en que Pedro Sánchez confirmó que los comicios se celebrarían el 28 de abril. Puede decirse que en cuanto el presidente del Gobierno anunció el adelanto electoral arrancó la campaña. La disolución de las Cortes incrementará aún más esta actividad, aunque los candidatos no pueden pedir el voto.
En menos de treinta días, entre abril y mayo, los españoles van a renovar la mayoría de las instancias de poder político. Cámaras legislativas centrales y buena parte de las autonómicas, además de ayuntamientos y la representación española en el Europarlamento tendrán nueva composición. De ahí deberán salir los nuevos gobiernos que dirigirán durante los próximos cuatro años la estructura del Estado en sus diferentes niveles. En este contexto, el sistema democrático y sus protagonistas, empezando por los partidos, deben hacer un ejercicio de responsabilidad para garantizar la libertad de voto de la que deben gozar los ciudadanos. Tienen que respetar las reglas de juego que marca la legislación electoral y, de forma especial, deben evitar que la campaña se convierta en una colérica llamada a rebato contra el enemigo en vez de una oferta razonada de programas.
