Por
  • Jorge Sanz Barajas

Teletertulianos

Este 2018, Telecinco ha sido líder de audiencia por séptimo año consecutivo.
Debate en televisión
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Al Profesor Perplejo le cansan los debates de teletertulianos. No entiende por qué se llaman así, si nadie está dispuesto a escuchar a nadie. Le inquieta, además, el nuevo formato que parece estar de moda: dos pseudoexpertos, en las antípodas uno del otro, vociferan sin la menor intención de aprovechar algún argumento del vecino. Parecen diseñados con la intención de generar tensión. Tú pones a un general franquista delante de un líder de los anticapitalistas y ya sabes que eso acabará como el rosario de la aurora. Solo descansarían con la muerte del contrario. Para ellos, reflexión o empatía son sinónimos de debilidad: una mínima concesión argumental significaría la expulsión del circo mediático de las tertulias. Debe ser una tremenda droga, eso de ser teletertuliano. Tiene que poner muchísimo…

Al Profesor Perplejo, que es clásico y aburrido, le gusta la solución que proponía Jonathan Swift en ‘Los viajes de Gulliver’ para llegar al consenso: córtense en vertical la cabeza del sujeto A y la del sujeto B, únanse una mitad con otra y átense con fuerza. Si no funcionase, las cabezas deberían ir directamente al pudridero. El Profesor Perplejo se considera hombre ilustrado y racional, domina sus pasiones en la que medida que puede y le conviene. Por eso ayer apagó la tele y abrió el libro de Swift. No buscaba tanto leer como tener las manos ocupadas. Al fin y al cabo, lo de Swift era una metáfora… ¿O quizá fuera una hipérbole? Pues no. Eso sí que no.