"Ojalá pudiéramos elegir sólo aquellos autobuses escolares que tuvieran cinturón"

"Ojala pudiéramos quedarnos solamente con los autobuses escolares que tuvieran cinturón de seguridad, pero la situación de Soria es más complicada. No tenemos un colectivo tan amplio de transportistas como en otras provincias, ni los mismos medios". El director provincial de Educación, Javier Barrio, estima que "la mitad" de las empresas encargadas de líneas de rutas escolares tendrán que renovar sus convenios de año en año y, por tanto, no podrán aprovechar la ventaja que va a otorgar la Junta de Castilla y León a aquellas cuyos autobuses estén equipados con cinturones de seguridad o bien los instalen antes de la prolongación del contrato.

El caso de Soria es peculiar, tal y como detalla Barrio. La dispersión geográfica de la población soriana y la situación de los centros educativos hace que varias de las 87 rutas que recorren la provincia tengan que realizarse en vehículos de menor tamaño que un autobús; furgonetas que transportan a un pequeño grupo de escolares hasta su centro correspondiente. "Este es el problema: los vehículos pequeños, los grandes no suponen ninguno", reconoce el director provincial, quien califica la medida del Gobierno regional de "cauta". "No impone la implantación del uso del cinturón de seguridad pero a la vez prima a los que sí lo tengan y anima a los transportistas a que adecuen sus vehículos a la normativa".

Cómo incentiva a los transportistas

La Junta incorpora esta medida por primera vez para atender a las demandas "de la propia ciudadanía", que reclama mayor seguridad para los niños.Y lo hace mediante incentivos. Las compañías a las que se les agote el plazo de tres años de adjudicación del servicio y tengan sistemas de retención en sus autobuses o autocares se beneficiarán de una prórroga automática de otros tres años para cubrir las rutas establecidas.

Hasta ahora, según marcan las condiciones de los contratos suscritos entre el Gobierno regional y las empresas, las mercantiles tenían la posibilidad de ampliar durante otros tres años el servicio una vez finalizada la concesión inicial, aplicada por un periodo de tres años a través de concurso público. No obstante, esta prolongación se hacía curso a curso hasta un plazo máximo de tres ejercicios.

A partir de ahora, las adjudicatarias con estos equipamientos obtendrán la prolongación automática de estos tres años recogidos en el contrato. El resto de empresas podrán optar a la renovación aunque curso a curso, tal y como se ha hecho hasta ahora.

Obligatorio en autobuses posteriores a 2007

Desde octubre de 2007, tras la introducción de una directiva europea, los Estados miembro deniegan la matriculación de los autobuses y autocares que no tengan instalados sistemas de retención. No sólo para los dedicados a transporte escolar sino que se trata de un imperativo general. Esto supone que no existen en circulación vehículos de este tipo posteriores a 2007 sin estos sistemas de seguridad. Desde entonces, el uso del cinturón es obligatorio aunque, en consecuencia de la normativa, únicamente en los autobuses dados de alta más allá de 2007. No así en los anteriores. Esto quiere decir que en las rutas escolares conviven vehículos con cinturones de seguridad junto a otros que, sin estar cometiendo una irregularidad, no los llevan.

José María Sanz Tierno, responsable de la empresa de autobuses Sanz Tierno explicaba hace unos días a HERALDO que la colocación de cinturones en un autobús grande (medio centenar de plazas) "que admite" estos dispositivos lleva implícito un coste de "unos 2.500 ó 2.600 euros" a lo que, agrega, "hay que sumar el IVA". En total, cerca de 3.200 euros por cada vehículo, cantidad que aumenta considerablemente en operaciones más sofisticadas en las que sea imprescindible modificar asientos o sistemas de anclaje.