Una noche de alto nivel en las semifinales del Ámbar Z Music

My Expansive Awareness, Domador y Kim Fasticks hicieron las delicias de todos los presentes.

Kim Fasticks en un momento del concierto.
Kim Fasticks en un momento del concierto.
Popker

La primera sesión de semifinales del Ámbar Z Music, además de permitir a los presentes el disfrutar de tres propuestas de gran valor, fue un preludio del alto nivel de esta segunda fase del concurso, y que culminará el 12 de junio en la gran final a tres bandas, compartiendo escenario con Flamin’ Groovies y Buzzcocks, tal y como señala Popker, parte de la organización del concurso.


Los encargados de romper el hielo, tanto de la jornada como del concurso, fueron los componentes de My Expansive Awareness. Con su disco homónimo calentito bajo el brazo tras el hipnótico Uroboros EP, y después de triunfar en su gira por Alemania, por Londres y su visita a tierras portuguesas, anoche, los que todavía no han podido disfrutar de su puesta en directo quedaron más que satisfechos. La psicodelia con regusto sesentero ha dado su paso de gigante al siglo XXI, y el grupo suena como una herramienta perfectamente engranada. Sobre el escenario, y con respecto al álbum, las bases rítmicas toman una mayor presencia.


Domador no defraudaron en su directo, potencia contundente de guitarras y presencia y aplomo sobre el escenario, con momentos épicos y nucleares (“Acelerar, acelerar…”, ¡aceleraremos siempre!), que tuvo que luchar anoche contra el hándicap de ser la única banda oscense, con la dificultad que eso supone para movilizar en día laborable a tu público de base.


Kim Fasticks puso el broche final a la velada, en una de esas propuestas valientes que de cuando en cuando salen a la luz en el Ambar Z Music. Con sus Sex & Death demos bien recientes como única carta de presentación, y subiendo a las tablas de Las Armas flanqueado únicamente con guitarra y mac, dio muestras de un sobrado talento escénico. Resulta difícil no caer en la tentación de la etiqueta “folk”, y buscar la cercanía al sonido de bandas como Vampire Weekend o Bon Iver, pero todo esto no tiene nada de malo, al contrario, ayer se demostró con solvencia que el público terminó la noche con ganas de más. No basta con seguir la tendencia, hay que hacerla propia, vivirla y mejorarla, y Kim Fasticks ha dado en el clavo.


Más información del concurso en el suplemento especial del Ámbar Z Music.