"No me siento una bestia del rock, me veo más pequeño"

Este viernes el artista volverá a tocar en el Palacio de los Deportes de Madrid ante 15.000 personas.

El cantante Leiva participará en el partido de fútbol 7 en el estadio Vicente Calderón.
El cantante Leiva en una foto de archivo.

Leiva afronta este viernes una tesitura que creyó perdida tras la disolución de Pereza, la de protagonizar un concierto en uno de los espacios míticos de su ciudad y ante 15.000 personas, conquistadas con canciones presuntamente rock que, sin embargo, no buscan desafiar ni al poder ni al status-quo.


"No me siento en la obligación de usar mi música como un altavoz y no creo que tenga que cambiar el mundo. Puedo hablar de un problema mío que me provoque más sufrimiento que la crisis mundial. Me conformo con comunicar y con que la gente se identifique. No me siento una bestia del rock, como Carlos Tarque, sino alguien que mantiene encendida esa llama. Me veo más pequeño", confiesa a Efe.


A pesar de lo que dice, este músico nacido en Madrid en 1980 bajo el nombre José Miguel Conejo es una de las locomotoras de la música en vivo en España y cerrará con el citado concierto en la capital española una gira de más de 120 paradas, en cuyo transcurso ha recibido además dos discos de oro por las ventas de sus álbumes en solitario, 'Diciembre' (2012) y el más reciente 'Pólvora' (2014).


"Estoy bastante nervioso y la ilusión del momento no anestesia la responsabilidad de momento. Todo lo hace especialmente emotivo, vuelvo a tocar en el Palacio de Deportes lleno, algo que pensé que no volvería a ocurrir sin el nombre de una banda detrás o que sería mucho tiempo después", reconoce.


Sus padres y sus amigos, muchos de ellos músicos, estarán allí para animarle entre el público, porque Leiva no ha querido organizar el típico "show con invitados", sino un concierto al uso con su banda, "sin grandes piruetas mortales" más allá de la incorporación al repertorio de dos canciones que no habían tocado hasta ahora, la reciente 'Sixteen' y 'Amelie'.


A pesar de recuperar esta pieza de Pereza, tampoco esta vez estará junto a él sobre las tablas su excompañero Rubén Pozo, una ausencia que llamó aún más la atención cuando hace un año teloneó a los Rolling Stones en su único concierto en Madrid -"una de las grandes noches que me voy a llevar a la tumba", dice- y sí invitó a otros colegas de profesión.


"Teníamos muy reciente la ruptura de Pereza y hacía 10 meses que no hablábamos. Después nos hemos visto más veces y hemos retomado mucho las conversaciones. No sería extraño que una noche se subiera a tocar conmigo, pero se dará de manera natural", sostiene.


Tampoco habrá DVD ni disco en directo a resultas de este gran concierto. "Después de mucho debatir con la compañía, ha sido una decisión que he tomado yo. Probablemente se habrían vendido discos, pero no me compensaba estar preocupado por el DVD en el fin de gira más emocionante, pensando en los micros, el sonido...", argumenta.


Como madrileño, tiene un plus de relevancia debutar en solitario en ese escenario, pero hubo otros lugares que se le han quedado en la retina, como la primera vez que llenó la recoleta pero veterana sala Sol de la ciudad.


"Lo del Barclaycard Center (nueva denominación del Palacio de Deportes) es como subir de división, como jugar en primera, y es un privilegio siendo de aquí", afirma.


Llega después del "gran aprendizaje" que supuso 'Diciembre', cuando volvió a enfrentarse a salas pequeñas y no siempre a tope. "Con 'Pólvora' he tocado en espacios grandes y llenos como con Pereza, pero he sido consciente del privilegio que supone. No tengo adormilada la capacidad de sorpresa como en los últimos días de la banda", afirma.


No habrá más conciertos en un tiempo después de este viernes, porque sigue mostrándose renuente a participar en festivales veraniegos.


"Llegan un montón de ofertas, pero en los primeros años de Pereza hicimos miles de festivales y acabamos muy quemados. Es cierto que el estatus era otro hace 10 años. Apenas teníamos prueba de sonido, era complicado cuidar el tiempo y me harté de tocar a las 3 de la este viernes. Además, suelo pensar que igual no cuadro en el cartel, pero abriré la mano en algún momento", vaticina.


A las vacaciones se irá con "los deberes hechos" porque, según anuncia, tiene prácticamente escrito el que será su tercer disco de estudio.


"Ha sido un año de mucho ajetreo y he escrito mucho, hay como 15 canciones que me encantan a mí y también a Carlos Raya, con el que volveré a hacer el disco como productor. Me apetece investigar un poco más, no coger la fórmula estricta de pop-rock", anticipa el autor de 'Lady Madrid'. 

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