​Silvia Abascal: "Me gusta trabajar donde haya una buena historia"

La actriz ha asegurado en Huesca no tener preferencias entre la televisión y el cine.

Silvia Abascal
?Silvia Abascal: "Me gusta trabajar donde haya una buena historia"
Rafael Gobantes.

La actriz Silvia Abascal ha asegurado no tener preferencias a la hora de trabajar en cine, televisión o teatro, y ha reconocido que se siente más cómoda "donde hay una buena historia que contar".


La actriz ha hecho estas manifestaciones en una rueda de prensa convocada por el 43 Festival Internacional de Cine de Huesca, que le rinde homenaje este año con el Premio Ciudad de Huesca en atención tanto a su trayectoria en el mundo de la interpretación como por su proyección en el futuro.


Abascal se ha mostrado convencida de que no toda la televisión que se oferta hoy en día "es basura" ni "sagrado" todo el teatro que se representa, y ha explicado que aunque algunos actores siempre apuestan por el cine, "a veces se hacen películas que artísticamente son el desierto".


Por esta razón, insiste en su interés por las "buenas historias", pero sin descartar la posibilidad de escoger proyectos por otros motivos como tener la oportunidad de trabajar con determinados compañeros "técnicos o artísticos" o de buscar "contrastes" en los papeles interpretativos a elegir.

Tras el derrame cerebral sufrido en 2011 y la travesía que supuso su recuperación, que relató en su libro 'Todo un viaje', la actriz asegura que lo tiene "todo por estrenar", ya que, como ella misma reconoce, "en mi retorno he ido poco a poco".


Desde su recuperación, Abascal ha hecho un cameo en 'Truman', de Cesc Gay; una colaboración "pequeñita" en 'Mama', de Julio Medem; y un papel secundario en 'Pasajes de Vida', de Diego Corsini, recién estrenada en Buenos Aires pero inédita en España.


La actriz, además, acaba de regresar de Argentina, donde ha permanecido tres meses para interpretar un papel protagonista en la película 'Francisco: recen por mí', sobre los orígenes del actual Papa, y ha recalado en Huesca para presentar su cortometraje 'No digas nada', su primera experiencia como directora.


Silvia Abascal ha explicado que el rodaje del cortometraje no fue algo "impulsivo" ya que siempre había pensado en dirigir, aunque en el ámbito del mundo del teatro.


"A mí -ha señalado- me encanta escribir, y llegó un momento en que pensé en que por qué no dirigía mis propias historias y narrar lo que a mí me interesa y en la forma en que a mí me gustaría contarlo".


La actriz, que ha expresado su deseo de que su labor como directora "no sea la última", ha explicado que la historia narrada en su corto, que interpretan Alexandra Jiménez y Carmelo Gómez, se centra más "en lo que no se dice que en la propia palabra".


Ha señalado que la labor de director exige mucha responsabilidad porque "todo pasa por su batuta", aunque ha admitido al tiempo agradecer "mucho" el no estar delante de la cámara en esos momentos.


Silvia Abascal prefiere hablar del presente y del futuro y, por eso, trata de pasar de puntillas sobre las cuestiones referidas a su recuperación, y eleva la voz para subrayar que "ni de broma" aceptaría ser la protagonista de su propio libro, a pesar de que en alguna ocasión se lo han planteado.


"Yo soy actriz -recalca- y mi profesión consiste en una transformación no en hacer de mí misma; eso no me interesa, para eso está mi libro".


Tras su recuperación, reconoce que los papeles que llegaban a sus manos eran casos de "superación personal, heroínas y de rehabilitación", una situación profesional que ya ha cambiado.


Respecto a la situación del cine español, Abascal ha reconocido que en sus 22 años de profesión siempre había oído decir que estaba en crisis, y aunque asegura que desde hace un tiempo hay poco apoyo, tanto a nivel económico como desde un punto de vista cultural, admite: "lo bueno de la crisis es que uno se pone activo".


Abascal ha explicado: "confío mucho en un público, no sé si en mayoría o en minoría, que valora mucho nuestro cine, que es apasionado y que estará allí, y menos mal, porque sin el público la la labor de cualquier artista no tiene ningún sentido".