El cuadro, en una colección privada, es una de las obras que podrá verse por primera vez al público el próximo jueves, dentro de la exposición temporal ‘Goya y Zaragoza (1746-1775). Sus raíces aragonesas’, que se inaugurará con la reapertura del Museo Goya Colección Ibercaja.

Se trata de un óleo sobre lienzo que muestra una delicada escena sobre un fondo neutro de una virgen joven de belleza marmórea que mira con dulzura a un niño Jesús rollizo que flota entre paños.

"Es un cuadro muy temprano del artista que se relaciona estilísticamente con la pinturas murales de Aula Dei, que son como una piedra de toque para el conocimiento del estilo temprano de su pintura", explica Manuela Mena, jefa de conservación de Pintura del Siglo XVIII del Museo del Prado, quien estima que la obra pudo pintarse entre 1772 y 1774.

Naturalismo en las figuras

Desde el punto de vista estilístico, la obra presenta"recursos que son absolutamente propios, como el rigor y precisión de la pincelada, el colorido o el toque", sostiene la experta, quien subraya cómo plasma una iconografía como la de la Virgen y el niño de una forma"original y única, es un modelo de una fortaleza impresionante", así como el naturalismo tanto en la ejecución de las figuras como en la expresión de los sentimientos"que son muy fuertes, eso es absolutamente de Goya".

Una escena que el aragonés ejecutaría aproximadamente entre los 26 y 28 años, edad a la que"Goya ya es un genio", y en la que queda patente todo el bagaje artístico asimilado durante su viaje a Italia:"No se pinta así si no se ha conocido Roma y los pintores de los siglos XVI, XVII y XVIII y la estatuaria clásica", comenta la experta.

La obra, de 83,7 x 58,30 centímetros, se concibió con un sentido devocional y dado el tamaño "tuvo que haber sido un encargo por alguien que lo iba a pagar, seguramente para algún patrono de Zaragoza o alguien del mundo religioso".

Desde el punto de vista iconográfico también es destacable que, salvo dos dibujos incluidos en el ‘Cuaderno italiano’ y una imagen en el interior de una de las puertas del armario relicario de la iglesia de Fuendetodos, no se conoce hasta el momento la representación de la Virgen con el niño de manera independiente en la trayectoria del artista.

"Estaba casi intacto"

La obra es propiedad del coleccionista Félix Palacios, que la adquirió en 2010 también a particulares zaragozanos, por lo que no ha podido ser admirada públicamente hasta la fecha y tampoco cuenta con literatura previa.

Por efecto de los barnices y el paso del tiempo la pieza estaba muy sucia cuando se adquirió y su limpieza permitió devolver su soberbio colorido original. Se encuentra en muy buen estado de conservación y los trabajos de restauración revelaron que el lienzo estaba montado sobre el bastidor original y"que no había sufrido restauraciones agresivas, estaba casi intacto", apunta Mena.

Como curiosidad, las radiografías realizadas durante la fase de estudio revelaron que el lienzo había sido reaprovechado, y en él se había pintado previamente la figura de San Francisco de Paula, también de medio cuerpo.

La obra se podrá admirar públicamente dentro de la exposición ‘Goya y Zaragoza (1746-1775). Sus raíces aragonesas’, una muestra que tratará de poner de relevancia la trayectoria del pintor antes de su marcha y consagración en Madrid, y como vanguardia de la vocación del nuevo Museo Goya Colección Ibercaja de convertirse en un renovado referente nacional de la obra del pintor.