El nuevo reglamento reaviva la polémica del director de lidia

Para ejercer es necesario haberse vestido de luces al menos dos veces en los últimos cinco años. El aspecto económico sigue generando discrepancias.

El nuevo reglamento reaviva la polémica del director de lidia
El nuevo reglamento reaviva la polémica del director de lidia

El proyecto del nuevo reglamento de festejos taurinos populares, que salió publicado este martes en el Boletín Oficial de Aragón (BOA), ha reavivado la polémica en torno a los directores de lidia, que a partir de ahora deberán estar en posesión del carné expedido por el Registro de Profesionales Taurinos.


Dicha acreditación incluye requisitos como que solo puedan ejercer aquellos matadores o banderilleros que hayan actuado al menos dos veces en los últimos cinco años, estando además acompañados de tres colaboradores como mínimo en los recintos cerrados y de 10 en los encierros urbanos.


Además, media hora antes de que comience el festejo, el director de lidia tendrá que proceder al desalojo de los menores que no puedan participar en el acto, así como de quienes presenten estado de embriaguez.


A pesar de que todavía no está fijada la remuneración que estos profesionales obtendrán por sus servicios, el aspecto económico sigue generando el grueso de las discrepancias entre los implicados. Para la Asociación Taurina de Aragón (ATA), el director de lidia debería cobrar 350 euros por cada sesión, más 140 de cotización a la Seguridad Social. Otros sectores ven “inviables” cifras tan elevadas.

Discrepancias

“Para aquellos pueblos que hacen varias sesiones de vacas al día resulta imposible hacer frente a estos pagos de casi 500 euros por cada una de ellas. En caso de salir adelante, este cambio de reglamento va a ser totalmente destructivo”, señala Ramón Olid, director de la Escuela Taurina de Zaragoza, quien considera que “gran parte de las nuevas normativas vienen impuestas por la ATA, que mira por los intereses económicos de algunos de sus integrantes y no tiene en cuenta al aficionado”.


Olid, que ve “cosas extrañas” en la forma en que el Gobierno de Aragón acepta las demandas de esta asociación, es contrario a que para ejercer de director de lidia sea necesario haberse vestido de luces en el último lustro: “Se puede ser un buen profesional sin haber toreado, pero lo que pretende la ATA es que sus matadores o banderilleros se queden solos. Además, estos no piensan en que el día de mañana serán ellos los que se verán afectados negativamente”.


Así, concluye, “la seguridad en los festejos siempre ha sido necesaria, pero no del modo en que pretenden, mirando únicamente el dinero y sin pensar en sus terribles consecuencias”.


Uno de los matadores aragoneses en disposición de ejercer de director de lidia, Imanol Sánchez, dice ser “partidario” de los cambios en el reglamento, ya que “todo va a quedar mucho más profesionalizado”.


Según su opinión, es “adecuado” que los directores de lidia estén obligados a haberse vestido de luces en los últimos años. “Hasta ahora podían ejercer personas que no se encuentran en las condiciones físicas más adecuadas, con el problema de seguridad que ello conlleva”, remarca.


Sí discrepa en las condiciones económicas pretendidas por la ATA. “Yo, personalmente, pienso que resultaría más que suficiente que se obligase a un único pago al día y no en función del número de sesiones. A ello habría que sumar las cantidades asociadas a las dietas”, explica.


Así, Sánchez calcula que en función de la nueva normativa en Aragón podría pasarse de los 35 o 40 directores de lidia que hasta el momento ejercían a poco más de 20.


Por su parte, el delegado de asuntos taurinos de la Comunidad, Jesús Pérez, cree que “bajo ningún concepto se puede cobrar por sesión y que el director de lidia gane más que el ganadero, por ejemplo. Es totalmente inaccesible para los pueblos”.


“Si no somos conscientes del momento que vivimos nos cargaremos la Fiesta”, concluye.

La edad mínima para participar

Directores de lidia aparte, el proyecto ha generado otras controversias, sobre todo en lo que a la edad mínima para participar en los festejos se refiere.


La nueva regulación permite que un niño de 12 años que vaya acompañado de su padre pueda formar parte de un festejo taurino popular siempre que las vacas tengan menos de un año y lleven los cuernos embolados. Entre 14 y 16 años, podrán hacerlo si las reses son hembras de hasta dos años. Hasta el momento, estaba prohibida la participación de menores de 16.


“Me parece muy positivo porque se está fundamentando la afición. Es una forma de que los más jóvenes inicien de forma escalona su gusto por la tauromaquia”, valora Imanol Sánchez, quien recuerda que “los pilotos de MotoGP, por poner un ejemplo, también comienzan en categorías menores y van progesando con los años”.


Una postura que es contraria a la defendida por Ramón Olid: “Este reglamento contradice al de las escuelas taurinas, que indica que los menores no pueden torear una becerra hasta los 14 años”.


Esta edad mínima de 14 años es también considerada “adecuada” por el presidente de la Asociación de Informadores Taurinos, Ángel Solís: “No veo correcto que hasta esos años un niño pueda salir al recorrido, aunque sea acompañado de su padre. Un animal de estas características siempre supone un peligro”, señala.

Otras variaciones

Hasta la fecha, se exigía la presencia de una ambulancia durante el tiempo que durase el festejo. De ser aprobado el nuevo reglamento, será imprescindible la presencia de un cirujano y un médico en los concursos con toros o novillos. “Veo absurdo que se exija esto. Sin un anestesista no está permitido operar y para taponar las heridas con un médico es suficiente”, comenta el propio Solís.


Por otra parte, a partir de ahora, los vallados del recorrido deberán ser verticales y sin traviesas en horizontal, con intención de que se aumente la seguridad y que las reses no levanten las protecciones. Esta variación considerará que los ayuntamientos tengan o no que renovar sus vallas, siempre que las existentes cumplan con las medidas de seguridad actuales.


Un último aspecto a tener en cuenta es que los directores de lidia deberán redactar un parte de incidencias a la conclusión del festejo.


Quienes lo consideren oportuno podrán presentar alegaciones al documento propuesto por el departamento de Política Territorial en el plazo de un mes. Tras su aprobación, sustituirá al que está en vigor desde 2001.