Los teatros programan 200 funciones menos al año desde la subida del IVA

El sector lamenta que no se tenga en consideración sus reclamas “después de perder cientos de puestos de trabajo”.

Patio de butacas del Teatro Principal
Los teatros programan 200 funciones menos al año desde la subida del IVA
OLIVER DUCH

El “descalabro” del sector cultural ha hecho mella especialmente en uno de sus baluartes más emblemáticos. El teatro, una de sus ramas más expuestos a las idas y venidas de la economía familiar y a los recortes de la Administración, ha pasado en poco más de un lustro de firmar una de sus mejores épocas en Aragón ha “subsistir” a base de imaginación, austeridad y, en definitiva, hacer menos teatro.


La retirada de buena parte de las ayudas estatales y autonómicas a las artes escénicas y, en particular, la subida del IVA entrada en vigor hace ahora dos años ha hecho que las compañías aragonesas y las empresas envueltas en la programación cultural recorten de forma paralela sus representaciones, buscando cada vez obras que exijan menos inversión económica y, por lo tanto, menos personal implicado.


Los datos que aporta el último informe sobre la situación de las artes escénica que elabora la SGAE ponen de manifiesto una evolución evidente. Durante los últimos dos años los teatros aragoneses han ido borrando prácticamente una función de su programación cada dos días. Una reducción en la oferta que, como no, ha llegado acompañada de un pérdida en el número de espectadores.


Solo desde 2011 -último año con el IVA cultural al 8%- hasta el comienzo de 2014, el número total de funciones realizadas en las salas aragonesas ha descendido en 441. Un pérdida progresiva que además se ha ido acentuando, ya que si hace dos años se perdieron 157 representaciones, el pasado ejercicio fueron 284. Como resultado, los teatros aragoneses han perdido peso dentro de la escena nacional, pasando de acumular hasta el 8% de los espectáculos que se daban en todo el país a acoger a día de hoy el 6% de las representaciones, 2.974 en total durante 2013 en Aragón.


“La situación es bastante complicada. El aumento de IVA y la retirada del apoyo público ha menguado literalmente los elencos y la oferta. Y el problema del que parece que no se dan cuenta es que no solo se ha dilapidado al teatro como tal, sino también los puestos de trabajos de técnicos, transportistas y todo el volumen de negocio que se generaba en torno a la cultura”, explica María López, presidenta de la asociación de empresas profesionales productoras de artes escénicas de Aragón (Ares) y gerente del Teatro de Las Esquinas de Zaragoza, espacio municipal gestionado por empresas privadas que se puso en marcha con la ampliación del IVA recién implantada. “Lo más preocupante quizá de todo es que la posición del Gobierno ha conseguido trasladar a parte de la opinión pública que el teatro se compone por personas que viven de las subvenciones, cuando detrás del sector hay empresas como cualquier otra. No sé que otro sector se ha encontrado con una corrección en sus planes de negocio del 13%”, apostilla, en relación a la subida del IVA, que ha aumentado la carga fiscal sobre el teatro muy por encima de otros países europeos.Obras cada vez más pequeñas, y giras más austeras


Y es que, si bien en un primer momento el la subida del IVA fue recibida con perplejidad y enfado por parte del sector cultural, en el teatro, las compañías han intentado absorber esta subida de forma que no se notara en el precio de la entrada, algo que habría despegado completamente al público de las butacas, que también ha descendido de los 943.000 espectadores que se dieron en 2010 a los poco más de 706.000 que el año pasado pasaron por taquilla para ver una obra de teatro. “Si te pones a hacer cuentas de lo que vale una entrada y empiezas a restar, al final te das cuenta que lo que perciben los actores y los autores de la obra es un porcentaje mínimo” señala también Ana María Pavía, secretaria general del sindicato de actores de Aragón, la otra pata que ha recibido también “el mazazo” de la actual situación.


Según señalan desde el sector, las ayudas públicas procedentes de la DGA han pasado también en los últimos años de 300.000 euros a escasamente 100.000, que además tienen un límite de 12.000 euros anuales por compañía. Un recorte en las subvenciones que no ha afectado tanto a la capacidad de las compañías aragonesas para seguir poniendo en marcha sus creaciones, pero sí para sacarlas de gira fuera de sus ciudades de origen. “Hay compañías en las que parte del elenco no va de gira porque es inasumible todo el gasto que conllevaría en hoteles, transporte o dieta”, comenta Pavía, quien señala que el recorte de las subvenciones se está notando sobre todo en los teatros de capitales de comarca y pequeñas provincias.


“Ahora las compañías no pueden apostar por ofrecer formatos o contenidos que tengan cierto riesgo. Y menos aún en funciones en las que se va exclusivamente a taquilla”, comenta López, quien cree que esta política solo está llevando a atomizar cada vez más el teatro, con obras más pequeñas que tienen poca capacidad para atraer posibles promotores privados. “Si lo de que se nos acusa es de tener demasiada dependencia del apoyo público, con un IVA al 21% pocos inversores privados van a querer mojarse”, comenta, señalando que la actual situación lo que está consiguiendo al final es que la oferta cultural se esté volviendo a centrar de nuevo exclusivamente en Madrid o Barcelona, dejando a plazas como Zaragoza con una pérdida importante de peso dentro del mapa cultural español.