José Cutiño: "Hemos aportado argumentos como para que Zaragoza confíe en nosotros"

Hace solo una semana, Zaragoza se encontraba inmersa en la Feria del Pilar con más trascendencia y de mayor significado de los últimos tiempos. El resurgimiento taurómaco de la ciudad dependía en buena parte del transcurrir de las tardes confeccionadas por la nueva regencia de la Misericordia, que en su 250 aniversario pudo volver a disfrutar del toreo en todas y cada una de sus vertientes. 

Ya con los festejos totalmente asimilados y desde una perspectiva más analítica, José Cutiño, integrante de la terna de empresarios que regenta la plaza, hace balance de lo acontecido en un ciclo que tacha de "excepcional". 

"En un año es imposible tomarle el pulso por completo a un coso que se encontraba en un momento tan delicado, pero estamos convencidos de que el Pilar 2014 significará un punto de inflexión para Zaragoza", asegura el andaluz, recordando además que "dijimos que marcaríamos un antes y un después y tenemos la sensación de haber cumplido nuestro propósito". 

En referencia a las claves que han llevado a los nuevos administradores de la Misericordia a cambiar la dinámica negativa de los últimos, Cutiño afirma que "sin haber inventado nada, hemos intentado cuidar hasta el mínimo detalle, teniendo en cuenta al aficionado en cada una de nuestras decisiones". 

Siguiendo por el público zaragozano, el empresario celebra la "fantástica" respuesta del mismo en el transcurrir de la feria. "El aficionado conoce perfectamente las dificultades que ha atravesado este recinto en el pasado y ha reaccionado acudiendo de forma masiva a la plaza para presenciar los carteles propuestos".

Unos carteles con los que Cutiño reconoce haber tenido la "fortuna" que necesita cualquier feria para "romper y enganchar" al respetable. "Lo más importante es que nos topamos con un buen número de toros que embistieron y unos toreros que correspondieron jugándose la vida", explica. 

Sin querer destacar una tarde o una labor artística por encima de otra, el empresario recuerda emocionado que "desde el indulto del novillo de Los Maños hasta la formidable actuación a caballo de Ventura, pasando por las Puertas Grandes de Fandi, Talavante y Juli, todo ha sido maravilloso".

Éxitos aparte, y atendiendo a los aspectos a mejorar, el administrador de la Misericordia admite que también hubo elementos que no le acabaron de satisfacer: "Es evidente que algún torero no estuvo a la altura de las expectativas creadas y que la presentación de la corrida de Jandilla y la de algún que otro toro no fue la adecuada, pero todas las ferias tienen su contrapunto". 

Detalles que, al igual que "determinados aspectos negativos internos de la organización de la empresa", se tendrán en cuenta de cara al futuro. "Nuestro deber es anotarnos tanto lo bueno como lo malo. Sabemos que nos queda mucho trabajo por delante, pero hemos dado argumentos para que la gente confíe en nosotros de cara a los ciclos venideros", asegura Cutiño.

Ciclos a los que se espera sumar la presencia de algunas de las figuras ausentes en el recién finalizado Pilar. "La intención es que Zaragoza sea cita anual de los mejores espadas y en ello estamos trabajando desde este mismo momento, pero hay quien decide cortar la temporada con anterioridad y no nos da opción", explica el de Sanlúcar La Mayor, adelantando además que "Morante y Manzanares son dos nombres con los que, por supuesto, nos gustaría contar". 

Sobre la posibilidad de incluir más fechas al calendario taurino zaragozano, Cutiño comenta que "el pliego de condiciones de la Diputación está preparado para ser viable a partir de un número predeterminado de festejos y se mantendrá el próximo año, tanto en la Feria del Pilar como en la de San Jorge", para terminar concluyendo que "a partir de esas dos celebraciones, tanto Simón Casas como yo nos hemos propuesto que Zaragoza sea nuestro principal referente y este es solo el inicio de una larga relación".