David Bisbal deslumbra en la intimidad de Zaragoza

El almeriense actuó durante una hora ante 450 invitados de la Cadena SER y repasó lo más selecto de su repertorio.

Cuatrocientas cincuenta invitados (agraciados en sorteos, los más rápidos de la fila, fans con bemoles) abarrotaron anoche el graderío del Teatro de las Esquinas para aplaudir a David Bisbal, invitado por SER Zaragoza en un ‘Stage 40 Principales’: formato básico de la cadena.Ojo, no es acústico:el almeriense, enchufado a su perenne entusiasmo y arropado por una banda impecable, electrificó durante una hora temas del disco ‘Tu y yo’ y éxitos de su repertorio. Ludovico Vagnone, músico de sesión y escudero de Alejandro Sanz o Ana Torroja, dirigía a la media docena de músicos consagrados a que todo sonara en su sitio. 


La vida de Bisbal es frenética. Martes ‘básico’ en Barcelona; ayer, lo mismo en Zaragoza... y no durmió en Aragón, porque nada más acabar el recital salió hacia la Ciudad Condal, donde graba hoy el videoclip del tema ‘Culpable’; viernes en Granada; sábado en Sevilla y domingo a Santiago de Chile de promoción. Para soportar este ritmo tiene a Eduardo Mena, ex futbolista del Almería, responsable de su preparación física y nutrición. En la puerta del camerino, concentrado y complaciente a la vez, Bisbal recordaba que «Zaragoza me trae suerte y buenos recuerdos: aquí hice mi primer concierto en ‘streaming’, en la Feria de Muestras, y vine con El Larguero en 2010, cuando ganamos el Mundial. Siempre me dan mucha energía en esta ciudad».


Con puntualidad helvética, la locutora Beatriz Pitarch presentó a la estrella de la noche y la música comenzó con ‘Tú y yo’. Los guitarristas aragoneses José Luis Arrazola y Satur Rodríguez venían a ver a sus colegas Ovidio López y David Simó, miembros de la banda de Bisbal, y no perdían detalle del aspecto técnico, mientras el público dejaba clara una cosa desde el primer acorde: lo iban a cantar todo.Cuando el maestro de ceremonias sugirió un vaivén de brazos, ninguno de los presentes se hizo el loco... y repitió el gesto varias veces. Ellas eran mayoría, pero no se vio a ningún ‘él’ con gesto de reo encadenado en Alcatraz: se respiraba disfrute a diestro y siniestro.


El celebérrimo verso ‘Ave María, cuándo serás mía’ fue el segundo tiento del cocido, y al igual que ocurriría luego con ‘Lloraré las penas’, Bisbal y sus músicos le dieron un giro jazzeado, con destellos rockeros y exhibiciones percusivas entre líneas. En ‘El ruido’, el almeriense dio rienda suelta a su chorro de voz y alcanzó notas altísimas sin esfuerzo aparente: marca de la casa, vaya. Puestos a soñar, hubiera sido tremendo que su carrera hubiera discurrido por el metal de vieja escuela...


Cuando llegó ‘Culpable’, el tema de ‘Tú y yo’ promovido actualmente, el divo hizo presentación especial. Luego, pasito a pasito, encaminó el festejo hacia la apoteosis: bromeó, se puso trascendente, repartió besos... y telón. ¡Que tío! Se las sabe todas.